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Azúcar, pediatras y «alimentos» infantiles

 Hace un tiempo os hablaba de la puntuación Nutriscore, en la que tantas expectativas habíamos depositado nutricionistas y sanitarios que atendemos a niños y niñas…

Bien, me sorprende saber que según las bases de dicha puntuación, se puede dar una puntuación Nutriscore de B (supuestamente saludable) a cereales con un 25% DE AZÚCAR.

He hablado a menudo de lo poco que me gustan (a mí y a cualquier sanitario que sepa ALGO de nutrición) los llamados «alimentos infantiles», desde los «cereales de farmacia» hasta el cola-cao y los Chocapic (Nutriscore B, por cierto…). Si queréis saber algo más sobre la «trampa» de la puntuación Nutriscore, éste artículo es excelente: https://juanrevenga.com/2020/09/todo-lo-que-necesitas-saber-sobre-el-nutriscore-y-nadie-te-contaba/

En general, los «alimentos» para menores de 36 meses que encontramos en farmacias y centros comerciales, ni deberían llamarse alimentos (de ahí las comillas, que le copio a Julio Basulto), ni son saludables, ni son apropiados para la infancia (mejor dicho, no son apropiados A NINGUNA EDAD).

En éste artículo: https://juliobasulto.com/36meses/, Julio Basulto nos dice:

«El azúcar supone, según un nuevo estudio coordinado por Jayne Hutchinson, una tercera parte de la energía de los «alimentos» dirigidos a menores de 36 meses en España y en Dinamarca, Eslovenia, Estonia, Hungría, Italia, Malta, Noruega, Portugal y Reino Unido (Matern Child Nutr. 2020 Aug 30;e13020. Online ahead of print). Pongo «alimentos» entre comillas porque un producto con tanto azúcar no me parece digno del apelativo «alimento», y menos cuando se dirige a niños. De entre tales productos encontramos, por ejemplo, las papillas de cereales, los zumos de fruta y otros preparados de fruta para bebés, purés de verduras, lácteos azucarados, snacks para bebés e incluso golosinas para bebés.»

 

UN TERCIO, un tercio de la papilla de cereales que muchos pediatras y enfermeras de pediatría recomiendan dar a los bebés a partir de los 6 meses (los menos actualizados las recomiendan ya a los 4 meses, sea para que la criatura engorde, sea para que «duerma mejor»), un tercio es AZÚCAR.

 Puro y duro. ¿Le pondrías un cacito de azúcar al biberón de tu hijo o hija? 

Pues si le pones 3 cacitos de cereales, ya sabes que uno de ellos es ENTERAMENTE AZÚCAR.

 

¡Y seguimos recomendándolos!. 

Y seguimos teniendo miedo de los atragantamientos con el Baby Led Weaning, cuando la evidencia nos dice que no hay mayor riesgo con el BLW que con las papillas. (Aquí os dejo un excelente artículo sobre cómo introducir el BLW de forma segura:https://www.criarconsentidocomun.com/blw-alimentos-riesgo-de-atragantamiento/)

 Y al parecer seguimos prefiriendo las papillas de cereales hidrolizados cuando la evidencia nos dice que aumentan la tendencia a la obesidad y que desarrollan una dependencia azucarada a largo plazo, que un consumo elevado de azúcar en la infancia aumenta el riesgo de Diabetes Mellitus, de problemas cardiovasculares, y por supuesto de caries.

 

Nunca dejará de sorprenderme lo poco científicos que somos a veces. Cómo el hecho de recomendar «lo que siempre se ha hecho» nos da seguridad y nos evita pensar más allá, o investigar, o simplemente leer las investigaciones de otros.

 

Es URGENTE que los profesionales sanitarios que atendemos a niños y niñas, y a sus familias, demos un mensaje claro con respecto a todos esos «alimentos» que no son tales, que exijamos a la industria un etiquetado claro y que permita a las familias verdaderamente saber qué estan comprando, que no nos conformemos con «lo que siempre se ha hecho» y empecemos a actualizarnos, investigar y trabajar verdaderamente desde la evidencia científica.

 

El azúcar tiene mala fama, y según los últimos estudios, bien merecida.

El consumo excesivo de azúcares en la dieta, especialmente a través de bebidas azucaradas, está asociado con una mayor incidencia de obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, Alzheimer y, de forma muy notable, con la obesidad infantil, según advierte la OMS.

 

El cuerpo no sabe de dónde viene el azúcar, le da igual que echemos tres cucharadas en el café o que nos tomemos una «chunchifruta» (que es como llamo yo a los purés de frutas con pitorrito para que las criaturas, supuestamente, «coman» fruta). 

En ambos casos estamos tomando un exceso de azúcar

En ambos casos estamosaumentando el riesgo de caries (de hecho, algo más con las «chunchifrutas», ya que las criaturas mantienen el dichoso pitorrito en contacto con los dientes mucho más que los mayores el café con azúcar).

 

Aunque se han demonizado las bebidas azucaradas, dejemos claro que los zumos de frutas no son muy diferentes, especialmente los que no se denominan «zumo» sino «néctar» (néctar= más azúcar y menos fruta), pero los zumos exprimidos también tienen un exceso de azúcar. Lo ideal sería que comiéramos la fruta entera, ya que la fruta entera nos aporta fibra, que ayuda a que el azúcar en sangre suba más lentamente.

 

Las recomendaciones tanto de la OMS como de las directrices nutricionales en EE UU recomiendan limitar el consumo de azúcar al 5% de las calorías diarias, lo que equivale a unos 20 gramos o tres sobres de azúcar. En comparación, una lata de coca cola o un vaso de zumo de naranja ya tiene el doble de esa cantidad (el azúcar del zumo cuenta porque es químicamente idéntica a la de la coca cola, por muy “natural” que sea). 

Me han preguntado a menudo si los carbohidratos en general y los cereales en particular son fundamentales en la dieta… Y revisando la evidencia, resulta que la respuesta es NO. 

Los carbohidratos no son nutrientes esenciales. Podemos vivir sin ellos, y sin azúcar también. 

La cantidad necesaria de carbohidratos es cero, teóricamente.

Es cierto que los carbohidratos son cómodos: proporcionan energía rápida, en el momento actual son relativamente baratos de producir, y son un vehículo para consumir fibra, minerales y vitaminas. Nada de esto se aplica al azúcar, que son calorías sin ningún nutriente.

Para colmo, el azúcar está asociada a la inflamación crónica. Solo con 50 gramos de azúcar se dispara la inflamación durante dos horas

Además, un exceso de azúcares en la dieta, según las últimas hipótesis, podría decirse que convierten a la microbiota en inflamatoria, lo que lleva a mayor resistencia a la leptina y la insulina.

 

Está muy extendida la idea de que estas precauciones no sirven para los menores de edad. Los niños y niñas pueden comer golosinas porque “están creciendo” o “es el alimento del cerebro”. 

Esto simplemente NO ES VERDAD. (De hecho el cerebro suele trabajar mejor con cuerpos cetónicos que con azúcar, de ahí que en niños y niñas con epilepsia resistente a fármacos, se recomiende una dieta cetogénica, que en muchos casos es lo único que disminuye las crisis convulsivas).

 En realidad los niños que no sean lactantes no deberían comer de forma diferente a los adultos

Las recomendaciones del consumo máximo de azúcar serían por tanto las mismas que para los adultos, pero teniendo en cuenta que los menores de dos años necesitan menos de la mitad de calorías diarias que un adulto, y con 10 años solo dos terceras partes. Con estos cálculos, esos dos sobres de azúcar al día se quedan en mucho menos, y de nuevo, hay que tener en cuenta que una sola lata de refresco contiene el equivalente a seis sobres.

Se ha comprobado que educar a los niños para que no consuman azúcar hace que aumente la cantidad de nutrientes en su dieta, especialmente proteínas, fibra, potasio, hierro, zinc y yodo. 

Así pues, ¿qué tendríamos que recomendar como alimentos para las criaturas? Como dice un famoso nutricionista: «Sólo aquellas cosas que tu bisabuela reconocería como alimentos».

 Tendríamos que recomendar evitar en lo posible los ultraprocesados, y especialmente aquellos con alto contenido en azúcar (es decir, deberíamos DESACONSEJAR todos los cereales «de farmacia»). Tendríamos que recomendar productos frescos, preferiblemente de proximidad y de temporada.

Deberíamos DESACONSEJAR los zumos, cacaos solubles y bebidas azucaradas en general. El mejor líquido que puede beber una criatura es AGUA (bueno, lo cierto es que es también el mejor líquido para los adultos)

Deberíamos DESACONSEJAR la mayoría de los «postres lácteos» y optar por yogures naturales, sin azúcares añadidos. Sí, «mi primer Danone» es un postre lácteo, un ultraprocesado sin ninguna ventaja sobre el yogur natural, y con la desventaja de que contiene muchos más azúcares.

En fin, deberíamos revisar, ahora y siempre, la evidencia científica disponible, y dar pautas basadas en la misma, no en hojas de recomendaciones que no se han modificado desde los años 80 del siglo pasado.

Para que quede claro:

NO, ninguna criatura debería tomar nada que no sea la leche de su madre o leche de fórmula antes de los 6 meses.

NO, la mejor manera de empezar a comer no es con «cereales de farmacia», mucho mejor que se coman un pedazo de fruta, o un trozo de pollo bien cocido. Aquí otro excelente artículo de cómo empezar con la alimentación complementaria: https://www.criarconsentidocomun.com/alimentos-para-hacer-blw-sin-cocinar/. Ya habrá tiempo de comer cereales, y éstos es mejor que se coman integrales y enteros (arroz cocido, ya sea con agua, o con leche materna, «porridge», curruscos de pan para chupar…).

Y sé que muchos y muchas (por desgracia también profesionales sanitarios) no estarán de acuerdo con éstas recomendaciones, motivo por el cual añado la bibliografía en la que me baso. Si alguien me encuentra evidencia científica que demuestre que los cereales de farmacia son mejores que el pan integral, la leeré encantada. Se entiende que estoy hablando en todo momento de niños y niñas sanos, evidentemente hay criaturas que precisan ser alimentadas por sonda por diversas patologías y ahí sí que tienen sentido los alimentos ultraprocesados. Pero en niños y niñas sanos NO LO TIENEN, y ya es hora de que lo digamos alto y claro.

Bibliografía:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5133084/:Relación entre el consumo de azúcares añadidos y los factores de riesgo de enfermedades crónicas: Actualización.

https://www.who.int/elena/titles/ssbs_childhood_obesity/es/:Recomendaciones OMS para reducir la obesidad infantil.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/21489321/: Revisión: cetonas y daño cerebral.

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22826636/: La hipótesis actual sugiere que en paralelo con los efectos bacterianos de los azúcares en la salud dental y periodontal, las harinas acelulares, los azúcares y los alimentos procesados producen una microbiota inflamatoria a través del tracto gastrointestinal superior

 

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28921869/: Recomendaciones simplificadas y adecuadas a la edad para los azúcares añadidos en los niños

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28903112/: Saboreando lo dulce: Los azúcares en la alimentación de bebés y niños pequeños

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32862552/: El alto contenido de azúcar en las comidas comerciales para bebés, y propuestas para adaptar la formulación de alimentos a las recomendaciones actuales.

 

 

9 comentarios en “Azúcar, pediatras y «alimentos» infantiles”

  1. Imagínate un montón de emojis de manos aplaudiendo, me ha gustado mucho tu artículo, totalmente de acuerdo. Ojalá nos ocupáramos más y mejor de la alimentación infantil, tendríamos jóvenes y adultos más sanos. Directo a compartir tu artículo, ¡gracias!

  2. Muchas gracias por tu trabajo, Teresa.
    Es una información muy valiosa. Y más aún cuando mi bebé en dos meses comenzará con la alimentación complementaria, que aunque yo tengo claro no darle cereales "de farmacia", sí es cierto que hay costumbre adquirida y presión social, pero si a alguien se le ocurre aconsejarme / presionarme al respecto, le envío el link de este artículo y me quedo más agusto que un arbusto… 🙂

    Mil gracias, querida Teresa.

  3. Qué bueno y valioso que profesionales de la salud como tú, Teresa, tengan la valentía de decir estas cosas alto y claro. Qué mal le hace a los niños la 'comodidad' de darles cosas artificiales llenas de azúcar. Yo practiqué con mi hijo el BLW y fue la experiencia más maravillosa. Y desde pequeño le di solo yogur natural sin azúcar y no supo que existían los demás hasta hace poco. Y chuches, de lejos también! Animo a los padres y madres a ser más cuidadosos con lo que dan a sus niños y a practicar el baby led weaning. Gracias por tu claridad, Teresa.

  4. Excelente artículo, Teresa. Hay frases que subrayaría!!!
    Y no te cae la del pulpo, por mi parte aplausos y agradecimiento por decir alto y claro algo lógico pero que pocos cuentan o con menos contundencia…

    Lo compartiré porque me parece que necesita toda la difusión posible, porque lo que comen nuestros hijos influye en ellos hoy y en el futuro, así que enseñándoles a comer de forma natural y sana estamos invirtiendo en su salud de ahora y de mañana… es la base de todo y más en estos tiempos en donde interesa tener un buen sistema inmunitario… el 70 % de las células de nuestro sistema inmune vive en el intestino, así que si el azúcar y alimentos ultraprocesados inflaman el intestino alterando nuestra Flora También boicotean nuestro sistema a inmunitario… no solo es un tema de obesidad, diabetes..

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