Voy a dar algunas pautas de crianza, tomadas de una charla de Rosa Jové. (Fuenlabrada, 2011). Como sabéis, yo recomiendo su estupendo libro del mismo título.
Lo esencial a la hora de proponerse tener una crianza feliz es el cambio del chip “adultocentrista”. Es importante comprender que los niños tienen necesidades distintas a las del adulto, y que si queremos criarlos de manera que sean felices, nuestras necesidades tendrán que pasar a segundo plano. Ellos sabrán compensarnos.
–SOMOS UNA ESPECIE ALTRICIAL:
Aunque se nos olvide, aunque en esta sociedad individualista nos lo intenten hacer olvidar, somos una especie que NECESITA EL CUIDADO DE LOS OTROS. Los primates sociales, como los orangutanes, gorilas, bonobos, chimpancés… y nosotros, tenemos pocas crías y las cuidamos. Para sobrevivir, los niños vienen equipados con un “radar de cuidador”. Cuando el cuidador no está a la vista (en los primeros meses necesitan que el cuidador esté “al tacto”), lloran. Todos somos descendientes de llorones, los niños que no lloraban NO SOBREVIVÍAN. Su único sistema de comunicación es el llanto: si estoy mal (tengo sueño, frío, hambre, molestia, dolor, “mimos”…), lloro. Si estoy bien, me callo (y generalmente me duermo).
–EL DESARROLLO CEREBRAL:
El cerebro tiene 3 partes principales:
– 1) Kit básico de superviviencia :Troncoencéfalo, constituído por la médula espinal, el bulbo raquídeo y el cerebelo.
– 2) El sistema emocional : Amígdala, hipotálamo, pituitaria y tálamo.
– 3) El regulador del sistema emocional :Corteza cerebral, cuerpo calloso.
Todos los niños nacen con el córtex cerebral inmaduro, NO TERMINADO. Antes de los 2 años no tienen memoria ni capacidad para realizar operaciones complejas, no tienen razonamiento y tampoco pueden mantener una conversación coherente. Repiten lo que escuchan, a veces adecuadamente, pero hasta los 2-4 años NO PUEDEN ENTENDER LO QUE LES EXPRESAMOS DESDE EL CEREBRO RACIONAL. Un niño hasta los 2 años es preso de sus emociones.
De ahí que se entienda que cualquier método de adiestramiento que pretenda “enseñarles” algo desde el punto de vista racional, es absurdo y posiblemente contraproducente. Un niño de 5 meses está tan preparado para dormir solo como para quitarse el pañal, y llorará amargamente si se le deja solo a la hora de dormir, igual que se va a orinar encima en cuanto le quitemos el pañal.
NECESIDADES DEL NIÑO SEGÚN LA ETAPA DEL DESARROLLO:
0-6 meses: Las necesidades son las mismas que en el útero. Si se cubren esas necesidades (alimento casi constante, contacto casi constante, movimiento casi constante), el niño capta: SOY VALIOSO. Los niños así criados crecen seguros, fuertes, capaces.
Si no se cubren esas necesidades, el niño capta: NADIE ME QUIERE. Los niños crecen inseguros, con miedo a que les hagan daño, con «corazas».
Ya en los años 40, los experimentos de Harlow con monos demostraron que la necesidad principal de las crías de primate es el contacto y el calor, el afecto. El monito no se agarraba al dispensador de leche, sino a la mantita cálida que imitaba a su madre. Lo que nos hace seres humanos es la cantidad de amor y cariño que recibimos cuando somos bebés.
6- 24 meses: A las necesidades de afecto, contacto y alimento, se añade la necesidad del RESPETO. Los niños necesitan que se respeten sus diversos ritmos. El niño ha de superar muchos retos:
-Angustia de separación.
-Inicio de alimentación complementaria.
-Control de esfínteres.
-Aparición de distintas fases del sueño.
-Deambulación.
Angustia de separación: De 0 a 6 meses normalmente un niño acepta casi todos los brazos que le acogen amorosamente, a partir de los 6 meses e incluso antes, empieza a “valerle” solamente mamá (o papá, si han desarrollado un fuerte instinto de apego), y así va a ser probablemente hasta aproximadamente los 24 meses, que inicie el proceso de socialización. Alrededor del año, el niño empieza a hacer un proceso de diferenciación social:
-Personas tipo A: Las veo a menudo, con mamá, le caen bien a mamá… Me fío.
-Personas tipo B: No las veo a menudo, no le caen bien a mamá… No me fío.
Lo normal es que el niño primero nos ponga en el grupo B… y que sólo cuando nos ganamos su confianza (y en general, si le gustamos a su madre), nos ponga en el grupo A.
“Tienes el niño pegado a tus faldas”, “Se irá a la mili y aún seguirá preguntando por su mamá”, “Uyyy, qué enmadrado está… Este niño necesita ir a la guardería”… Ante todos estos consejos bienintencionados, una sola respuesta. La fase de angustia de separación sirve para que el niño diferencie socialmente a las personas, y sepa de qué personas fiarse y de qué personas no. ¿Qué pensáis que es mejor, que se fíe de su madre y de aquellas personas a las que su madre quiere, o que se vaya con todo el mundo y no sepa discernir quién le puede hacer daño?. A los 15 años será muy útil que sepa distinguir entre los amigos que le convienen y los que no… y será bueno que tenga la suficiente confianza en sus padres para comentarles lo que hace con sus amigos, para que le aconsejen.
Y no, la guardería NUNCA es la mejor opción para un niño. Es un mal menor cuando los padres no pueden estar con él todo el tiempo que sería deseable.
Alimentación: Sólo una premisa básica: NUNCA FORZAR, NUNCA OBLIGAR, NUNCA “PERSEGUIR” AL NIÑO CON LA COMIDA. A ser posible, que el niño pueda coger con la mano las cosas que coma. Lo que las abuelas llaman “guarrear” los pediatras lo denominamos “ejercitación de la psicomotricidad fina”.
Control de esfínteres: Se aconseja quitar el pañal o cuando el niño lo pida, o probar alrededor de los 2 años y medio/3 años. La recomendación de R. Jové es retirarlo del todo desde el principio, mañana, tarde y noche. En general el niño empieza avisando cuando ya se ha hecho pis, luego cuando lo está haciendo, y luego cuando está a punto de hacerlo (a veces podemos llevarlo al baño a tiempo… y a veces no). Pero esto sucederá sólo cuando el niño ESTÉ PREPARADO.
Según los criterios internacionales, hablamos de encopresis cuando el niño no controla el esfínter anal (se sigue haciendo caca) después de los 4 años, y de enuresis cuando el niño no controla el esfínter uretral (se sigue haciendo pis) después de los 5 años.
Hasta estas edades, el que el niño no controle, NO ES UN PROBLEMA MÉDICO, no hay que tratarlo, no hay que angustiar a las madres con que su hijo está “retrasado” ni estupideces por el estilo… Lo lamento muchísimo por las maestras de preescolar que tengan que cambiar pañales. soy pediatra, los niños suelen mearme encima cuando les quito el pañal en la revisión de los 15 días, en la de los 2 meses y en la de los 6 meses… ¡¡Son gajes del oficio!!
El sueño: El sueño es un proceso evolutivo que va cambiando, todos tenemos despertares nocturnos (los adultos entre 8 y 10 cada noche), pero cuando somos adultos hemos “aprendido” a dormirnos de nuevo tras el despertar. Los niños no dominan la técnica del “microdespertar”, se despiertan del todo y si están solos puede costarles mucho volver a dormirse. Dentro de las fases del sueño hay 2 especialmente importantes:
– Sueño REM: Recoloca lo aprendido durante el día, es el sueño más frecuente en niños pequeños y adultos jóvenes.
– Sueño profundo: Es el que descansa el cuerpo físicamente, los niños, que tienen mucho desgaste físico, van a incorporar fases de sueño profundo sobre todo al principio y al final de la noche, mientras que en medio de la noche el sueño es más ligero y los microdespertares más frecuentes. En los adultos se da este sueño sobre todo en la primera fase de la noche. En los ancianos prácticamente no hay sueño profundo, por falta de desgaste físico.
MITOS DEL SUEÑO INFANTIL:
– Los niños pueden dormir como los adultos… Sí, pero más o menos a partir de los 5-6 años, no a los 6 meses.
– Los niños tienen que dormir del tirón, si no pueden tener graves trastornos de mayores: NO, ni los niños, ni NADIE, duerme del tirón.
– En todo el mundo se duermen 8-9 h por la noche, es lo normal: Pues resulta que los bosquimanos duermen en turnos de 3 horas y los esquimales duermen unas 6 h en verano y unas 11 h en invierno.
– Para que el sueño sea adecuado necesitamos rutinas y rituales: FALSO. Para que el niño duerma bien, normalmente lo único que necesita es a sus padres.
EL COLECHO. MEJOR EN COMPAÑÍA:
En estos momentos, el 87% de los niños del mundo duermen acompañados. Y no hablamos de los pobrecitos africanos, o de países en vías de desarrollo,que sólo tienen una habitación. En Japón, en Noruega, en Suecia y en Dinamarca las tasas de colecho son de un 90%. En España, Francia e Italia, según los últimos estudios, el 54% de los niños de 0 a 5 años duermen en compañía. Según las últimas teorías antropológicas, médicas, médico-biológicas y psicológicas, el dormir con un adulto, mejora la autoestima del niño, la regulación de su frecuencia cardíaca y de su temperatura, la adquisición del patrón de sueño adulto, la diferenciación neuronal y la función límbica, mejora el vínculo y el desarrollo psicomotor, disminuyendo el riesgo de muerte súbita. Además de todas estas ventajas, está la ventaja práctica: El niño duerme mejor, llora menos, se calma antes… y los padres, también. En mi experiencia como pediatra favorable al colecho (es decir, una pediatra a la que los padres no tienen que mentir), más del 70% de los niños españoles menores de 5 años duermen con sus padres al menos 3 noches a la semana.
ENSEÑAR A DORMIR:
No se puede enseñar a dormir. Dormir es una necesidad fisiológica, como comer o respirar, NO SE PUEDE VIVIR SIN DORMIR. Todos los métodos de adiestramientos que se han utilizado en los últimos años surgen de unas tablas inventadas en 1967 por el doctor Benjamín Spock. Desde entonces, muchos han copiado, o reeditado, dichas tablas con el propósito de “Enseñar a dormir”. En 1985 las copió Ferber y de hecho en los países anglosajones el método de dejar llorar a los niños hasta que se callan y se duermen, se denomina método Ferber. En 1981 ya Valman había copiado las tablas de Spock, pero su “marketing” fue peor que el de Ferber. Y, finalmente, el “famoso” y bien conocido por todos, “Método Estivill”, cuyas tablas de 1995 se pueden diferenciar en algunos minutos de las tablas de Spock, pero que aconseja a los padres que mientan a sus vecinos diciéndoles que el niño tiene otitis para que no los acusen de maltratar al niño.
Porque eso son los métodos de adiestramiento para el sueño: Una forma sutil de tortura. Y esto se ha demostrado fehacientemente en tantos estudios que hace casi una década que el propio Ferber renegó de su “método” y pidió perdón a los niños y a las madres… Estivill se sigue aferrando a que los estudios demuestran que su método funciona. Veamos cómo lo hace:
Analicemos qué pasa cuando la luz se apaga y el niño está solo:
1º: Aparece el MIEDO, el miedo provoca estrés, aumentan la adrenalina y el cortisol (el cortisol se puede medir en la saliva del niño). Este exceso de hormonas del estrés hiperactivan el sistema límbico y lo colapsan, el exceso de cortisol MATA NEURONAS Y PROVOCA, A MEDIO PLAZO, UNA REDUCCIÓN DEL ÁREA DEL HIPOCAMPO.
2º: La hiperactivación provoca una “anulación” del área de broca, responsable de la comprensión del lenguaje. EL NIÑO NO PUEDE ENTENDER NADA DE LO QUE LE DIGAMOS.
3º: El cerebro, cuando capta que la hiperexcitación le está haciendo daño, comienza a segregar endorfinas para “autodrogarse” y calmarse.
4º: Agotado de llorar y drogado por sus propias endorfinas, el niño se duerme.
El sistema colapsa más rápido cuanto más pequeño es el niño, por eso el método es más eficaz cuanto más tempranamente se aplique, pues el cerebro es más frágil y el daño es más grande, por lo que la producción de endorfinas también se acelera.
Para disminuir el miedo, todos estos métodos aconsejan sustituir a mamá (que es todo lo que pide el niño) por un chupete (que es un trocito de mamá de silicona), una mantita, osito o muñequito (trocitos de mamá de peluche), y, en contra de toda lógica científica, aconsejan decirle al niño SIN TOCARLE: “Mamá y papá te quieren mucho y te están enseñando a dormir”. Ojo, hablamos de un niño de 4 o 5 meses, con el área de broca anulada, que llora porque tiene miedo y necesita contacto.
Y una vez dejan de llorar, NO DEJAN DE TENER MIEDO, su cortisol sigue aumentado y las consecuencias del mismo siguen persistiendo años después.
“Bueno, los niños se olvidan de todo eso y luego incluso lo agradecerán porque dormirán mejor”.
Como decía, los métodos de adiestramiento llevan aplicándose muchos años, así que ya tenemos algunos estudios que han demostrado que los niños a los que se le aplicó el método:
1.- Tienen síndrome de estrés postraumático.
2.- El método provoca indefensión aprendida, tienen menos autoestima y tendencia a la sumisión.
3.- Se produce una alteración en los procesos de aprendizaje y en la memoria (explicable biológicamente por la disminución neuronal en el área del hipocampo, tan importante en ambos procesos). En los últimos estudios se ha relacionado el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad con la aplicación de estos métodos de adiestramiento.
4.- Cuando son adultos, en estos niños está aumentada la vulnerabilidad a la depresión, ansiedad y al consumo de drogas.
En mi experiencia, bastante duro es criar a un niño, como para encima hacerlo sin dormir. HAY QUE DORMIR. Como sea, incluso haciendo cama redonda en el salón si es necesario. Y si el niño duerme mejor con nosotros, y nosotros también dormimos mejor, ¿qué mal se hace a nadie?
Deambulación: Como todo, necesita sus tiempos, si queremos obligar a un niño a caminar, probablemente retrasemos la adquisición de este hito, más que mejorarla.
2-5 años: A la necesidad de ser tocado, acariciado, alimentado y respetado, se añade la necesidad de ser COMPRENDIDO.
¿Cuáles son los hitos a esta edad?
– Las rabietas (los “terribles” 2 años).
– Inicio de la capacidad de comprensión.
– Capacidad de elección.
– Inicio de la educación reglada.
Las rabietas: ¿Qué son las rabietas? La expresión de la frustración de un niño que tiene una idea de lo que quiere, mientras el adulto que lo cuida tiene otra. Nuestra postura ante las rabietas, sobre todo al principio (niño de año y medio, 2 años) tiene que ser doble:
1.- Evitar: Si hay posibilidad, evitar el conflicto. Si lo que pide el niño no es perjudicial, ¿por qué se lo negamos? Si siempre “pilla” una rabieta en el quiosco de las chuches, ¿por qué no ir por otro camino donde no lo vea?
2.- Distraer: Cuando el niño coja una rabieta, buscar otra cosa que le interese y cambie su estado de ánimo (es REALMENTE FÁCIL).
Durante la rabieta, es importante quedarse al lado del niño, contener emocionalmente, hablar suave, intentar explicarle ( y a veces explicarnos) lo que ha pasado: “ O yo no te entiendo o tú no te explicas”. Hay que quedar siempre A DISPOSICIÓN DEL NIÑO. Ni ignorar ni castigar, el niño tiene una descarga emocional y hay que intentar atenderla. Si el niño nos dice que quiere estar solo, dejarlo, probablemente necesite tiempo para calmarse.
En niños más mayorcitos, que ya comprenden adecuadamente el lenguaje verbal (alrededor de los 3 años), hay que intentar explicarles por qué hacemos las cosas:
Ejemplo sencillo:
– ¡Quiero jugar, no quiero bañarme!.
– 1er paso: TE ENTIENDO. Ya sé que te apetece jugar, estás muy divertido.
– 2º paso: TE EDUCO. Pero también hay que bañarse, que se está haciendo tarde.
– 3er paso: TE DOY A ELEGIR. Como hay que bañarse, podemos hacerlo así, o recoges ahora, te baño rápido y te dejo jugar, o te dejo ahora 15 minutos jugando, pero luego al baño sin protestar. ¿Qué prefieres?
Si el niño nos da una tercera opción posible, y su opción no atenta contra la integridad de nadie ni contra la legalidad vigente, ES PERFECTAMENTE VÁLIDO ACEPTAR LA OPCIÓN DEL NIÑO.
Ojo, el niño va a hacer lo que VEA QUE SE HACE EN CASA. Si en casa cuando papá o mamá se enfada, pega, el niño cuando se enfade, pegará, si los padres gritan, el niño gritará, NO PRETENDAMOS QUE NUESTRO HIJO SEA DISTINTO DE NOSOTROS, no puede aprender nada que no haya visto y experimentado.
El inicio de la capacidad de comprensión y empatía es un momento delicadísimo en la vida de nuestro hijo. Y nos guste o no somos sus modelos. El niño aprende a tratar a otros niños a través de las relaciones, tanto de cómo nos relacionamos CON ellos, como de la relación DE los padres.
Como dice Ferrán Gran Codina: “ La indiferencia hacia el llanto, el enfado, la emoción del niño creará adultos indiferentes no sólo al dolor, sino a la simple existencia del otro”
¿Mi niño se va a traumatizar si le dejo llorar?
Lo que traumatiza no es el llanto, sino el MIEDO. Todos los niños lloran, a veces mucho, a veces es difícil calmarlos, pero si sienten que los abrazamos, que estamos ahí, que intentamos aliviarles, no se traumatizarán, por mucho que lloren.
A veces lloran durante los viajes por cosas como hormigueos en las piernas a causa de la sillita, o porque tienen calor, cosas solucionables si les ponemos una toallita, o un cojín para que puedan apoyar las piernas. Otras veces lloran porque tienen gases atravesados, y hasta que no los expulsan no dejan de llorar. Otras veces lloran por estrés y necesitan llorar un rato para “descargarse”… Lo fundamental es ESTAR, que el niño se sienta acogido, comprendido y cuidado, incluso (sobre todo) cuando llora y se porta mal. («ámame cuando menos me lo merezca, porque será cuando más lo necesite»)
Como decía antes, los niños son pequeñas esponjas, harán lo que vean que nosotros hacemos, ni más ni menos:
Voy a poner unos ejemplos sacados de la vida misma:
“-Juanito!! ¡Que te he dicho que no insultes a tu hermana!
-Jooo, que no la insulto, que jugamos a papás y mamás!!”
Les decimos que tienen que ser “generosos” y “dejar” sus juguetes… Claro, como papá deja su coche a todos sus amigos… es que es más generoso… ¿No?
Y luego, en el cole, está la famosa “silla de pensar” (Conductismo “fashion” que no se diferencia demasiado del rincón de castigo, pero como ya no ponemos orejas de burro, pues parece otra cosa):
“-Juanito, vete a la sillita de pensar.
-Seño, ¿no se te ha olvidado la sillita de felicitar?”
“- ¿Por qué cuando me peleo con mi hermana tengo que ir a la silla de pensar pero cuando papá y tú os peleáis no os sentáis en la silla de pensar?”
“- ¿Y por qué la profe tiene la silla más grande? ¿Tanto tiene que pensar? ¿Tan mal se ha portado?”
Por supuesto, tienen que “comer de todo”… papá puede no comerse las acelgas, o mamá no comerse el hígado, que no le gusta nada… ¡pero Juanito tiene que comer de todo!!
¿Es complicado criar?
Bueno, realmente criar felizmente no es más que tratar al niño exactamente igual que nos gusta ser tratados a nosotros, con el mismo amor, respeto, y comprensión que dedicaríamos a un adulto. Tan complicado y tan fácil como emplear cada palabra, gesto, caricia, o mimo para hacer feliz a nuestro hijo. Ellos nos lo devolverán con creces.
2 comentarios en “La crianza feliz”
Excelente!!! Gracias por este blog!!
Gracias a tí por leerme!!