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Las mentiras de la lactancia

Me encanta encontrar artículos bien escritos y con información veraz en los medios de comunicación. Éste artículo viene de El Mundo y me ha llegado, como tantas cosas útiles, a través de Esmeralda, de Siriñadas.
Espero que lo disfrutéis tanto como yo, ¡ojalá cada vez haya más artículos similares en los periódicos! Un abrazo.

Las mentiras de la lactancia

La lactancia materna es muy beneficiosa para la salud del niño. | Cati Cladera

La lactancia materna es muy beneficiosa para la salud del niño. | Cati Cladera
  • Muchas mujeres dejan de dar el pecho poco después del nacimiento del bebé
  • En numerosas ocasiones se debe a los mitos que existen en torno a la lactancia
Laura Tardón | Madrid
Actualizado jueves 02/05/2013 05:14 horas
Nyonyo, dicen en Kenia: dar el pecho, en España. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la mejor vía de alimentación que puede recibir el bebé durante sus seis primeros meses de vida. Una opción que en los países africanos no tiene más misterio que el de ofrecer el pecho al pequeño cada vez que éste lo requiera y, sin embargo, en otros países como España, las dudas que acarrea conllevan en muchas ocasiones el abandono de la lactancia materna. Según el Instituto Nacional de Estadística (los únicos datos disponibles), a las seis semanas de nacer el bebé, el 66% recibe lactancia materna exclusiva, a los tres meses, el porcentaje se reduce al 53% y a los seis meses, al 28%.
El hecho de que muchas de las mujeres que han decidido dar el pecho a sus hijos finalmente desistan se debe, más que a las dudas, a las falsas creencias y los mitos heredados de lo que los expertos denominan la generación del ‘bibe’. «Ha habido una época en la que se creía que la leche de fórmula era mejor que la materna», explica Juana María Aguilar, enfermera coordinadora de Lactancia Materna del Hospital Materno-Infantil del 12 de Octubre de Madrid.
Esta especialista junto a Inma Mellado, consultora acreditada de Lactancia Materna, destierran a ELMUNDO.es algunos de los mitos más extendidos.
    1. Mi pecho es pequeño, puede que no tenga suficiente leche. Falso. No se tiene más o menos leche en función del tamaño del pecho. El tamaño lo define la grasa, no los conductos que ‘fabrican’ leche. De hecho, el pecho produce tanta leche como el niño necesita. Para asegurar la producción basta con encontrar la postura correcta, y que el bebé haga tomas frecuentes.
    2. Tener los pezones planos o invertidos va a hacer casi imposible la lactancia. Falso. Los pezones van sufriendo cambios al final del embarazo y durante la lactancia. Además, los niños no se enganchan sólo del pezón, sino de una buena cantidad de pecho que puede abarcar toda la areola, según el tamaño de la misma. No obstante, si existe dificultad, se puede buscar la ayuda de un profesional experto en lactancia.
    3. Hasta que me suba la leche, tendré que darle el biberón. Falso. Al principio, el calostro (la primera leche) es todo lo que necesita el bebé si mama a demanda y con frecuencia. Son muy pocas las mujeres que no tienen nada de leche.
    4. Creo que mi leche es acuosa y no alimenta. Falso. La leche de todas las madres alimenta. Sólo hay que dársela tantas veces como el bebé necesite. Es verdad que cuando se inicia la toma, la primera leche que sale tiene más cantidad de agua y azúcares. Después de un rato de succión y vaciado se hace más espesa por tener más contenido en grasas que sacia y engorda.
    5. Para tener más leche, tengo que beber mucha leche. Falso. La producción de leche aumenta o disminuye en función del vaciado del pecho, no de los alimentos que se toman. Al igual que no hay alimentos que aumenten la producción de la leche, tampoco hay alimentos que provoquen gas en la leche o en el niño.
    6. Hay que dar el pecho cada tres horas, para dar tiempo a que «se recargue». Falso. Precisamente lo contrario. Para asegurar una adecuada producción y flujo de la leche durante los seis meses de lactancia materna exclusiva, el lactante tiene que ser amamantado tan frecuentemente como él o ella quiera, tanto de día como de noche. Así lo confirma, además un estudio científico publicado en ‘Pediatrics’.
    Es lo que se conoce como lactancia materna a demanda. Los lactantes se alimentan de acuerdo con su apetito, obtienen lo necesario para un crecimiento satisfactorio. Estos lactantes no vacían completamente el pecho, extraen solamente entre el 63% y el 72% de la leche disponible. Siempre pueden obtener más leche, lo que demuestra que el lactante deja de alimentarse debido a que se ha saciado, y no porque el pecho se haya vaciado, según otro estudio de la revista ‘Food and Nutrition’.
    Hay que tener en cuenta que no todos los pechos tienen la misma capacidad de almacenamiento de leche. Los lactantes de mujeres con baja capacidad de almacenamiento pueden necesitar alimentarse con mayor frecuencia, para extraer la leche y asegurar una ingesta y producción láctea adecuadas.
    7. Si les das a demanda a tu bebé, no se acostumbra a comer con unas pautas y eso le puede dañar el estómago. Falso. Si el niño come cuando quiere y el tiempo que desea, su estómago se irá desarrollando de forma adecuada. Imponer horarios y cantidades que no se ajustan a las necesidades del bebé es lo que puede producir malestar e irritabilidad.
    8. El bebé sigue llorando, querrá comer más y no tengo suficiente. Falso. Los bebés lloran por muchas razones, no necesariamente tiene que ser por leche insuficiente. Los niños que toman el pecho sin restricción, en la duración y frecuencia de las tomas, no suelen tener cólicos. Si parece que llora porque tiene más hambre, se le puede ofrecer más pecho. La leche de la madre es de fácil digestión y se tolera bien.
    9. Las tomas empiezan a ser más frecuentes de lo habitual, quizás mi bebé se queda con hambre. Falso. Unas veces querrán comer más y otras tienen sed y necesita mamar sólo un poco, sobre todo en temporadas de calor. También puede deberse a los brotes de crecimiento. Los niños pueden volverse más demandantes para que la madre aumente la cantidad de leche que ahora necesita. Después de dos o tres días, se recupera un ritmo más relajado sin necesidad de añadir biberones extra.
    10. Ya no noto el pecho ‘lleno’, puede que no tenga suficiente leche. Falso. Al final, casi todas las dudas terminan en la misma pregunta: ¿tendré suficiente leche? Según la enfermera, es normal sentir el pecho menos hinchado con el tiempo, pero esto no indica menos producción. La producción depende de las tomas del bebé.
    11. Con el sacaleches, me extraigo poca cantidad. No puedo continuar con la lactancia. Falso. La extracción manual, con o sin sacaleches, no sirve para medir la cantidad de leche que tiene cada mujer, un niño bien enganchado sacará mucho más.
    12. «Vuelvo a tener la menstruación, el fin de la lactancia materna. Falso. La producción de leche se mantiene mientras haya estimulación y vaciado de las mamas hasta que la madre y el bebé quieran.
    13. El estrés puede ‘cortar’ la leche. Falso. Al final, muchos miedos tienen la misma explicación y es que la producción de leche se mantiene mientras haya estimulación y vaciado de las mamas.
    14. Estar resfriada, tener la gripe o tomar medicamentos es incompatible con la lactancia. Falso. Ni hay que dejar de dar el pecho porque la madre tenga un resfriado o gripe ni tampoco si toma fármacos. Por la leche, transferimos defensas al niño/a que le protegen de la infección. Antes de coger al bebé, conviene lavarse las manos y, si es necesario, nos cubriremos la nariz y la boca con una mascarilla o un pañuelo.
    En cuanto a los medicamentos, muchos más de los que pensamos y más de los que a priori desaconsejan algunos médicos pueden tomarse durante la lactancia. Existe una web E-lactancia muy recomendable para comprobar la compatibilidad de los medicamentos con la lactancia materna. En caso de que uno fuera incompatible, se puede buscar otro alternativo. Y si no lo hubiera, se puede mantener la producción de leche con extracción mientras dura el tratamiento para después retomar la lactancia y no abandonarla.
    15. Si el bebé no duerme del tirón es porque ya necesita un suplemento (leche de fórmula). Falso. No existe relación. Cuando son pequeños, necesitan comer a menudo y no suelen dormir ‘del tirón’. Después, van espaciando las tomas y duermen más por la noche, pero algunos quieren seguir comiendo a menudo. No depende de si toman leche materna o de fórmula, sino de cada niño.
    16. El aumento de peso del bebé no es tan rápido como se espera. No se está alimentando bien. Falso. Cada niño tiene un patrón de crecimiento. No todos tienen que crecer con los mismos patrones.
    17. Me he quedado embarazada, tengo que destetar a mi bebé. Falso. No es una obligación, sino una decisión de cada mujer. Se puede amamantar durante todo el embarazo, siempre que el niño quiera y no se trate de una gestación de riesgo. Cuando llega el nuevo miembro, incluso se puede amamantar en tándem, siempre dando prioridad al más pequeño.
    18. Con seis meses, el bebé es muy mayor ya para tomar pecho. Falso. La OMS y la Asociación Española de Pediatría recomiendan la introducción de alimentación complementaria al pecho a partir de los seis meses, pero es eso, complementaria, subraya Juana María Aguilar. Primero el pecho y después lo demás poco a poco. Hasta el año de vida, la leche de madre sigue siendo el alimento principal. Cuando el niño come de todo sigue siendo la principal fuente de leche hasta los dos años o más.
    19. Tras la incorporación laboral ya no es posible continuar con la lactancia materna. Falso. Depende de muchos factores, el tiempo que pasan la madre y el bebé separados, si la madre hace extracción durante ese tiempo, si la persona que se queda al cargo puede darle nuestra leche, de la edad del bebé y la expectativa que tengamos. En algunas ocasiones, por las circunstancias, la madre opta por una lactancia complementada o mixta.

2 comentarios en “Las mentiras de la lactancia”

  1. Gran información! Lo peor es tener que explicarle a tu entorno estas cosas y que no las entiendan. Suerte que haya pediatras en AP como tú, yo no he tenido tanta suerte y tuve que buscarme la vida. Curiosamente un familiar te conoce por vuestro trabajo y me corrobora tu buen hacer. Un gran blog que seguiré visitando. Un saludo

  2. Bueno, si explicárselo al entorno es difícil, explicárselo a un pediatra que no sepa de la historia, que no consulte la estupendísima información sobre lactancia que hay en la web de la Asociación Española de Pediatría, y que no se haya actualizado, llega a ser imposible, porque si en general, como diría Einstein, es más fácil romper un átomo que un prejuicio, con los médicos es todavía peor. Somos un colectivo con mucho poder sobre la vida de las personas y nuestra prioridad debería ser estar atentos a la última evidencia científica en nuestro campo, pero por desgracia no siempre es así!! Me alegra que te hayan llegado buenas referencias mías!! Un abrazo, Patricia.

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