La historia detrás de estas fotos merece ser contada. Jesús, Silvia y Alma, paseaban hace unos días por el Itinerario de Naturaleza del CEA la DEHESA (http://www.cealadehesa.es/). Hacía calor, y Alma, que tenía sed, pidió su tetita. Cuando mi padre vio que la madre se paraba para amamantar a la niña, no pudo evitar hablarle de mí, de mi compromiso con la lactancia, del artículo que recientemente me habían publicado defendiendo la lactancia en público ( Ver:http://antonioesquivias.wordpress.com/2013/08/19/amamantar-es-un-acto-natural-en-la-especie-humana/ )… Y como se encontraban muy cerca de la manada de lobos jóvenes, surgió la idea de estas fotos. Se da la circunstancia de que Jesús es el director de la ruta Quetzal, y había acudido al CEA la Dehesa invitado por el fotógrafo de la ruta, Antonio Manzanares, amigo de mi padre desde su juventud (podéis saber algo más de él y de su compromiso con la naturaleza en esta entrevista: http://www.laverdad.es/albacete/prensa/20070517/provincia_albacete/gusta-observacion-estudio-naturaleza_20070517.html).
Pues como Alma no dejaba su teta, se pusieron a ello. En el CEA, cuando los grupos son pequeños y los lobos nos lo permiten, a veces dejamos que algunos niños entren a tocarlos, pero ésta vez mi padre no las tenía todas consigo. El Itinerario del CEA no es un zoo, los animales tienen terreno suficiente para esconderse y buscar su intimidad si se sienten amenazados o simplemente necesitan tranquilidad, son animales troquelados, no amaestrados ni domesticados (para comprender el concepto de animal troquelado: http://www.ecologiaverde.com/animales-troquelados-o-improntados/).
En el CEA usamos animales troquelados con la misma intención que los usó Félix Rodríguez de la Fuente en sus documentales. Creemos que se ama lo que se conoce, y conocer a los animales en peligro de extinción de nuestra fauna nos parece la mejor manera de educar a las generaciones futuras en el respeto a la Naturaleza.
Como decía, mi padre pensaba que probablemente los lobos, ante la “invasión” de su territorio por el padre, la madre lactante, la niña, el fotógrafo, y él mismo, saldrían corriendo y las fotos nunca se realizarían. Ante su sorpresa, los lobos aceptaron con alegría a la pequeña cría humana lactante, incluso en algunas fotos se puede ver que desarrollan una actitud protectora.
A mí no me sorprende. Los mamíferos sociales (lobos, delfines, primates…), en general suelen acoger bien a los lactantes, y desarrollar actitudes protectoras hacia la madre que amamanta. Es el comportamiento normal con la propia especie, pero como nuestros lobos están troquelados, extienden ese comportamiento también a las crías humanas.
En nuestra especie, por desgracia, este comportamiento natural parece que se está perdiendo… Deseo con toda mi alma que llegue el día en el que, si una criatura pide teta en la calle, en una cafetería o restaurante, en una piscina o en una tienda de ropa, los humanos que rodeamos a la madre de la criatura seamos capaces de comportarnos al menos con el mismo respeto y cariño que le demostraron los lobos del CEA a Silvia y a Alma.
PD: Mi eterno agradecimiento a Alma, Silvia y Jesús que me han prestado estas preciosas imágenes para compartirlas en el blog.
PD2: Y, por supuesto, gracias al artista. Sé lo que cuestan tus fotos, Antonio, con lo que el agradecimiento es doble, pues sé que me las regalas porque soy hija de mi padre, y por la amistad que os une desde hace tanto tiempo.
9 comentarios en “Mamando con lobos”
Qué bonito. Unas fotos preciosas. Cuánto tenemos que aprender.
Un abrazo.
Ya te digo. Plauto decía: Homo homini lupus, non homo, qualis sit non novit (el hombre es un lobo para el hombre, no un hombre, cuando desconoce quién es el otro). Es evidente que los lobos tenían mala fama en aquel entonces, pero la frase sigue teniendo vigencia: Cuando olvidamos la empatía, la capacidad de ponernos en el lugar del otro, nos convertimos en predadores unos de otros, y la sociedad se desmorona.
Entre los lobos, el instinto de supervivencia les hace comportarse como hemos visto. Nosotros, aún más allá de éste instinto, tenemos una mente racional (unas veces más que otras) que debería APOYAR INCONDICIONALMENTE la lactancia materna… Pero es evidente que en muchas cosas hemos perdido el instinto y somos incapaces de hacer funcionar bien nuestra razón… ¡Habrá que aprender de los lobos! Un abrazo, preciosa!!
Hola.
Te "encontré" hace muy poquitos meses y desde entonces te sigo. Me encanta el reportaje y de algún modo me trae a la memoria "El libro de la selva".
Las fotos que muestras son fascinantes de verdad, llenas de detalles en los que pensar.
Sigo contándote (me ha hecho gracia).
Acabo de enseñar las fotos a mis hijos y el mayor quiere visitar el parque pero me dice que el pequeño tiene que tomar teta allí para que los lobos se nos acerquen.
🙂
Ja,ja,ja!! Dile que no se preocupe, que los lobos se acercan también a los niños mayores, que solo tiene que estar callado, quietecito y mirarles con cariño. Tanto mi hermana Marta, como Pilar, la otra monitora, son encantadoras con los niños y seguro que tu hijo se lo pasará genial!! Un abrazo!!
Qué preciosidad, Teresa. Mil gracias. Kika.
Precioso! Muchas gracias por compartirlo! De pequeña soñaba con algún día poder hacer la ruta Quetzal 😉
Un abrazo!
Me alegra muchísimo que te haya gustado, Maestra!! Un abrazo enorme!!
Yo también!! Estuve incluso a punto de entrar en el concurso pero al final no pudo ser… Me resarcí de mayor viajando por mi cuenta, je,je!! Besotes!!