A raíz de un correo que me ha mandado Esmeralda, de Siriñadas, quiero repasar con vosotros algunos mitos sobre la lactancia. Voy a intentar acabar con cada uno de estos mitos con información y ejemplos adecuados, ¡¡a ver si lo consigo!!
MITOS:
No se puede dar de mamar mientras trabajas o estudias:
Que sea más difícil, que el estrés reduzca la producción de leche, y que recibas mil y un consejos del exterior, no quiere decir que sea imposible. En la consulta tengo muchas madres que compaginan trabajo y lactancia, y tanto la protección que recibe el niño como los beneficios para la madre son evidentes incluso a corto plazo.
No se puede dar de mamar cuando el niño tiene ictericia:
Es cierto que la leche materna produce más ictericia que la artificial… ¡pero es una ictericia fisiológica! Es decir, el niño alimentado con leche materna puede pasar amarillito más tiempo, pero es un niño sano y lo único que tiene que hacer la madre es sacarlo más a pasear. Si el niño ha precisado ingreso para tratar su ictericia, será aún más importante que tome suficiente leche materna, para luchar contra los gérmenes hospitalarios.
Hay que destetar al noveno mes o cuando sale el primer diente:
La recomendación de la OMS es dar de mamar durante al menos 2 años, y después todo lo que la madre y el niño quieran.
Hay que dar de mamar con horarios:
Esto es tan absurdo como decir que hay que beber agua con horarios. Pues los días que hace más calor tendremos más sed y beberemos más, y los días que hace más frío tendremos menos sed y beberemos menos. Tras 6 años de carrera, 3 de especialidad y 14 de trabajo, sigo sin tener ni idea de cuándo tiene hambre o sed un niño… ¡¡Eso sólo lo sabe el niño!!
Hace daño dar el pecho cuando estoy ansiosa (o triste):
Hay ya varios estudios que demuestran que incluso madres deprimidas en tratamiento antidepresivo pueden dar de mamar. Los hijos de estas madres presentan menos trastornos emocionales a largo plazo que los hijos de madres deprimidas que no amamantaron. Es decir, el pecho, incluso cuando estamos ansiosas, produce conexión y bienestar en el niño, de algún modo le “protege” de nuestro estado ansioso, y a nosotras, por la secreción de oxitocina y endorfinas, nos sube el ánimo y mejora la respuesta tanto ansiosa como depresiva.
No hay que dar el pecho si el bebé es muy obeso:
Y, en mi experiencia, también lo desaconsejan cuando el niño engorda poco. Vamos, que para muchos “supuestos expertos” (incluidos pediatras y enfermeras) la teta engorda o adelgaza según el momento, y que el caso es quitarla, porque hace “más mal que bien”. Yo suelo decir que la gente que da estos consejos no ha tenido suficiente teta, y tiene ganas de quitársela también a los demás. La leche materna es el mejor alimento para mejorar el futuro nutricional del niño, está demostrado que los niños alimentados con leche materna, aunque estén obesos en sus primeros meses, tienen menor riesgo a medio plazo de obesidad y de diabetes tipo 2 que los niños alimentados con biberón.
Tengo que tomar mucha leche para producir más cantidad:
La leche de vaca NO es un galactogogo (que ayuda a la producción de leche), y se puede dar de mamar perfectamente sin tomar ni un solo lácteo. La mejor manera de tener suficiente leche es dar de mamar a demanda, y que el niño pueda estar al pecho todo el tiempo que necesite. NO HAY QUE HACER NADA MÁS. Cuando hay un problema real de falta de producción de leche, lo que hay que hacer es buscar la causa (hipotiroidismo, enfermedades raras como el Sd de Sheehan…), pero la causa más frecuente de falta de producción de leche es que el niño no tiene suficiente acceso al pecho, o que está teniendo un enganche malo y sacando poca leche, ninguna de las cosas se soluciona con cambios en la alimentación.
Debe usar un chupete, no la teta como chupete:
Claro, a los fabricantes de chupetes les encantará este mito. Resulta que el chupete es un SUSTITUTIVO, el original es la teta, no se usa “la teta como chupete”, sino que se usa “el chupete como teta”. ¿Por qué evitar los chupetes, sobre todo en los primeros meses? Porque cuanto más acceso tenga el niño al pezón, y más lo chupe, más leche va a haber y mejor se va a mantener la lactancia. Y porque el chupete y la teta se chupan de maneras diferentes, y el niño puede confundirse y hacer daño a su madre en el pezón al intentar chuparlo como un chupete.
El tamaño de los pechos tiene que ver con su capacidad de producción de leche:
Este es uno de los mitos más absurdos. El tamaño de los pechos NO depende de la cantidad de glándula, que es bastante similar en todas las mujeres, sino de la cantidad de GRASA que se acumule en el pecho (rasgo heredado genéticamente). En mi experiencia, las mujeres de pechos pequeños suelen tener menos problemas con la lactancia que las mujeres de pechos grandes, simplemente porque el niño se engancha mejor.
Si le das lactancia a demanda, lo malcrías:
Claro, siempre que se tenga en cuenta al niño, se le está malcriando. Parece que hacer cosas agradables con tu hijo y pasarlo bien, tiene efectos negativos en la crianza.
Me van a dejar que haga una comparación odiosa: Cuando nosotros vamos a un restaurante, ¿qué pensaríamos si el camarero nos retira el plato “por nuestro bien”, porque él considera que ya hemos “comido demasiado”? Probablemente protestaremos porque somos todos unos malcriados. Fíjese qué cosas, nos gusta que sean educados con nosotros, que nos consideren, que nos consuelen cuando estamos tristes, que nos ayuden si necesitamos ayuda… ¡¡¡Ah!! ¿que eso no es ser malcriado? ¿Qué eso es lo normal? Pues para su hijo, también.
Los bebés no lloran “por capricho”, lloran porque tienen hambre, sueño, frío, calor, ganas de mimos, de contacto… ¿Darle a un niño lo que necesita es malcriarlo? Pues ánimo, madres y padres del mundo, qué no daría yo porque hubiera más niños “malcriados” en el mundo.
La leche no lo llena, es “agua”:
Pues por una vez estoy de acuerdo, la leche es cerca de un 90% de agua. La materna, la de vaca, la de fórmula… todas son sobre todo agua. Y proteínas, y vitaminas, y minerales, de los cuales la leche materna está mucho más concentrada que la de fórmula (por eso necesitan menos cantidad de leche materna, es decir, la leche materna “llena más” porque en proporción tiene menos “agua” que la leche de fórmula).
Los pechos se “vacían” en un momento determinado y hay que darle biberón al niño: Mientras un niño siga mamando, los pechos de su madre producen leche de modo CONTÍNUO, no llegan a “vaciarse” nunca del todo.
Dependiendo de lo que comas el niño tiene más gases:
Pues no, el niño tiene gases sobre todo si llora, porque acumula gases al sollozar. En realidad la única comida de la madre que se ha relacionado con alteraciones gástricas en el niño (sobre todo incomodidad, más que realmente gases) es el consumo en exceso de azúcar. Es aconsejable que la madre evite productos refinados con colorantes y conservantes, que coma lo más sano posible (más frutas y verduras que carne y grasas) y que beba mucho agua.
Dar el pecho duele o debe doler:
Pues tampoco. Dar el pecho tendría en todo caso que gustar, pues las hormonas que se producen cuando el niño mama son las mismas que se producen durante el orgasmo (oxitocina y endorfinas). Si duele cuando el niño mama, es que hay un problema y hay que solucionarlo.
No hay que dar el pecho si tomas antibiótico:
Prácticamente todos los medicamentos de uso común (y eso incluye casi todos los antibióticos que usamos los médicos de familia), pueden utilizarse dando el pecho, pues la cantidad de ellos que pasa a la leche es ínfima. Si tenéis dudas sobre medicamentos y lactancia, os aconsejo la estupenda web : www.e-lactancia.org , del Hospital de Dénia.
No hay que dar el pecho si tienes mastitis:
Pues el mejor tratamiento de la mastitis es precisamente que el niño mame y vacíe el pecho afectado, así que realmente no es “dejar de dar el pecho que tiene mastitis”, sino al contrario, el consejo adecuado sería: “dale más veces del pecho en el que tienes la mastitis”.
No se puede dar el pecho estando anémica o desnutrida:
Hay suficientes estudios que demuestran que la leche de madres desnutridas, como las africanas, apenas tiene diferencias con la leche de madres adecuadamente nutridas. La lactancia es un proceso robusto del que depende la supervivencia de la especie, y el cuerpo la mantiene incluso a costa de los huesos y dientes de la madre. La única diferencia en la leche de madres desnutridas, es una menor proporción de grasa. La OMS recomienda la leche materna incluso de madres desnutridas, aunque se suplemente con leche artificial para conseguir la cantidad adecuada de grasa, porque la leche materna contiene inmunoglobulinas y otras proteínas de “defensa”, imposibles de “replicar” en la leche artificial.
Si das el pecho “se te cae” el busto:
Pues parece ser que todo lo contrario, la lactancia prolongada favorece la tersura de las mamas, al igual que el ir sin sujetador.
Parece ser que los sujetadores provocan una debilidad en los tejidos conjuntivos que sujetan la mama, y son la principal causa de que se “caiga” el busto.
Como siempre digo, buscad información, no os dejéis llevar por consejos que sólo se basan en mitos sin fundamento. ¡Disfrutad mucho de vuestra lactancia!
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4 comentarios en “Mitos y hechos en relación con la lactancia”
Muy buen resumen, gracias!
Abrazos!
Muchas gracias a tí, Ileana!! Un besote.
Teresa, qué buen artículo. Sigue haciendo mucha falta información veraz para que las madres puedan ejercer su maternidad de forma consciente. Para mí, la lactancia prolongada ha sido una de las mejores experiencias de mi vida.
Un saludo,
Beatriz
Muchas gracias, Beatriz!! Ojalá poco a poco vaya habiendo cada vez más información veraz y contrastada sobre la lactancia. Un abrazo!