Doctor Estivill: «Hemos descubierto que el feto, dentro de la barriga de la madre, ya sueña»
Este conocido pediatra defiende en su último libro que los bebés, antes de nacer, ya saben dormir solos y que lo importante es que los padres no les ayuden a desaprenderlo
Así comienza la entrevista realizada al Dr. Estivill en La Vanguardia el 7 de Mayo de este año. Como hace mucho tiempo que no leía tanto despropósito junto, me he decidido a copiarla en mi blog, añadiendo mi visión de cada uno de los puntos (con referencias bibliográficas y documentación científica, por supuesto). Las preguntas del entrevistador van en negrita, al igual que mis comentarios.
Os copio además aquí, un enlace al blog de Ibone Olza, prestigiosa psiquiatra infantil que, como yo, considera que ya es hora de desmontar las falacias del Doctor Estivill. Su blog no tiene desperdicio, es uno de mis favoritos:
http://iboneolza.wordpress.
Salud | 07/05/2012 – 00:02h
El doctor Eduard Estivill, autor de ¡A dormir! Rosa dels Vents
Josep Fita
Este médico, especializado en pediatría y neurofisiología clínica, alcanzó el éxito hace aproximadamente 15 años con la publicación de su método para enseñar a los padres a dormir a sus bebés. De la obra, traducida a 22 idiomas, se vendieron unos tres millones de ejemplares. Después de casi tres lustros, el método necesitaba actualizarse. ¡A dormir! es el resultado.
El método requería de una actualización, ¿no?
Tenemos la gran suerte que la medicina del sueño avanza porque es una especialidad muy nueva. Hace cien años no sabíamos nada del sueño. Poco a poco vamos aprendiendo. Ahora ya sabemos muchas más cosas de las que sabíamos hace 15 años. Por suerte, en aquel entonces pudimos dar unas pautas de lo que sabíamos en ese momento que han servido a muchísima gente. Pero ahora nos hemos encontrado que han aparecido nuevas investigaciones muy interesantes para los padres que tengan hijos a partir de ahora.
Efectivamente, cada vez tenemos más investigaciones que prueban que el sueño es un proceso evolutivo, que los niños duermen mejor cuando la relación que tienen con sus padres es buena, cuando se sienten acompañados y tenidos en cuenta, que el ritmo respiratorio, cardíaco y la temperatura de los bebés se regulan mejor cuando están sobre el pecho de su madre, y que, en fin, como mamíferos que somos, lo mejor para que se establezca el ritmo de sueño fisiológico, es la lactancia materna, tanto para la madre como para el bebé. Sabemos que la depresión materna y el ver la TV afectan al sueño del niño, pero parece que no es “políticamente correcto” quitarle la tele al niño, aunque sí lo es quitarle a sus padres… En fin…
Aunque durante los años noventa se hicieron múltiples estudios que efectivamente demostraban que si se metía a un niño despierto en la cuna, y conseguía dormirse solo, después necesitaba menos a sus padres para volverse a dormir, eso no quiere decir que el niño aprenda a dormir solo. El niño aprende que sus padres no van a estar ahí para él, y no me parece que sea algo positivo.
Al contrario que usted, pongo las referencias bibliográficas de los estudios que avalan todo lo que he dicho:
Acad Pediatr. 2010 May-Jun;10(3):187-93. Epub 2010 Mar 27.
Associations of early life risk factors with infant sleep duration.
Pediatrics. 2005 Oct;116(4):851-6.
The association between television viewing and irregular sleep schedules among children less than 3 years of age.
J Fam Psychol. 2012 Apr;26(2):254-62. Epub 2012 Feb 27.
Longitudinal associations between the quality of parent-child interactions and children’s sleep at preschool age.
Biol Psychiatry. 2011 Nov 1;70(9):817-25. Epub 2011 Jul 29.
Should neonates sleep alone?
Morgan BE, Horn AR, Bergman NJ.
Pract Midwife. 2005 Oct;8(9):44.
More than a cuddle: skin-to-skin contact is key.
Bergman N.
Supongo que recibió muchos elogios cuando apareció el primer libro del método Estivill… ¿algún reproche?
Las normas que explicamos son normas científicas. Y dentro del mundo científico no hay ningún reproche. Yo no he inventado nada, no soy ningún gurú, no tengo ninguna teoría. Simplemente explico lo que el mundo científico ha demostrado, que además son las mismas normas que aplica la Sociedad Americana del Sueño y la Sociedad Americana de Pediatría. En Internet, que es un foro que no es científico, puede opinar todo el mundo. Cada cual, evidentemente, dice lo que quiere. Pero como nosotros somos científicos, no hacemos ningún caso a los comentarios de Internet.
Curioso… Todos los estudios sobre el sueño están en Internet, tanto los que usted cita (ah, no, si usted nunca cita ningún estudio!!), favorables a su “método” como los que cito yo, que distan de ser favorables. Supongo que cuando habla de foros no científicos se refiere a Crianza Natural o a las madres de La Tribu, que son los más críticos con sus métodos, al menos en España.
Quizá las opiniones vertidas en Internet por Carlos González (pediatra que, al contrario que usted, siempre cita sus fuentes y los estudios a los que se refiere cuando da su opinión) o por Rosa Jové (psicóloga y especialista en sueño infantil, que, igual que el anterior, también tiene una amplia bibliografía y artículos científicos que cita en todos los libros que publica), tampoco le parecen suficientemente científicas.
Yo soy una pobre médico de familia que trabaja como pediatra de primaria, pero tengo una formación científica, igual que usted… Y también como muchas de las madres que opinan tanto en Crianza Natural como en la tribu, madres con estudios de psicología, biología, pedagogía… Vamos, que muchas de las mujeres madres que forman los foros de Internet, son también CIENTÍFICAS, y alguna de ellas se molesta en hacer lo que usted no hace, buscar las referencias que avalen su postura. ¡Menos mal que por lo menos admite que usted no ha inventado nada! Porque su método tiene al menos 70 años y se ha ido reeditando sin cambios sustanciales desde el libro del Dr Spock, pasando por Ferber y luego por usted, pero usted ya lo sabe, claro…
Algunos habían tildado su método de insensible…
Quien realmente lo ha aplicado y ha leído el libro no lo dice.
No, los que hemos leído su libro a menudo nos quedamos tan anonadados que nos faltan las palabras…
Usted en sus libros aconseja cosas como no dejar que el niño se duerma mientras mama, y despertarlo si se duerme para dejarlo despierto en la cuna. Mantener a un niño despierto mientras mama me parece la forma más dolorosa de tortura tanto para la madre como para el niño. Porque usted, como yo, sabe que la leche tiene L-Triptófano, que induce el sueño. Porque usted, como yo, sabe que el niño puede (de hecho lo hacen a menudo) mamar dormido, y alimentarse durante el sueño (dejando, de paso, dormir a la mamá y al papá, que también es importante).
Usted, en sus libros, aconseja dejar en la cama solo a un niño de 5 meses que llora desesperadamente y cerrar la puerta, comunicando “claramente” que los papás “te quieren mucho y te están enseñando a dormir”. Este consejo es claramente algo poco científico (usted, como yo, sabe que un niño de 5 meses no entiende el lenguaje verbal, de hecho los niños en plena rabieta, tengan la edad que tengan, llorando y angustiados, no son capaces de razonar ni de percibir ninguna orden verbal). Este consejo no es ni más ni menos que una manera burda de “tranquilizar” a los padres que se angustian cuando el niño llora. “No se preocupe, usted ya le está diciendo que le quiere”. Claro, como a veces el llanto se prolonga y puede molestar a los vecinos, e incluso algún vecino podría tener conciencia cívica y avisar a la policía de que hay unos padres que no están atendiendo adecuadamente a su hijo, les aconseja que digan a los vecinos que el niño está enfermo o tiene una otitis.
Y voy a dejar de hablar de sus libros, me he leído los previos, pero no me leeré éste, porque veo que es más de lo mismo, usted no se baja del carro ni es capaz de admitir que existen otras posturas tan científicas como la suya… y sí, mucho más sensibles a los posibles sufrimientos de los niños.
Porque se ha demostrado empíricamente que funciona…
No me lo he inventado yo. Es el trabajo de más de 200 científicos: neurólogos, cronobiólogos, especialistas de todo el mundo… Mi mérito es únicamente explicarlo en palabras fáciles y colaborar con estas investigaciones.
Claro que funciona… El miedo y la sumisión siempre funcionan, que se lo digan a todos los dictadores que en el mundo han sido. A Gadafi por ejemplo le funcionó unos 60 años, ¡¡que ya son años!! Pero el miedo y la sumisión funcionan… hasta que dejan de hacerlo. En este caso, hasta que alguien se planta y dice que no va a volver a maltratar a su hijo (sí, no atender las necesidades afectivas de un niño es maltrato), hasta que alguien decide tratar a los niños como personas, y no como posesiones o como animalitos de compañía a los que hay que “enseñar” a comportarse adecuadamente (y lo adecuado es lo que a la persona mayor le convenga, claro).
Igual yo soy subversiva con estas opiniones, porque en el fondo todo se hace “por su bien”, ¿no? Pues parece que no, no he encontrado ningún estudio que confirme que los niños que duermen con sus padres son peores estudiantes, ni que semejante actitud “permisiva” les lleve a la delincuencia, vamos, que tampoco debe ser tan fundamental que los niños consigan dormir solos a una edad temprana.
De hecho en Japón (y en la mayoría de las culturas mundiales, pero quiero poner el ejemplo de un país industrializado, como el nuestro) ningún niño duerme solo. NUNCA.
Usted dice que si no funciona es porque los padres no lo aplican bien, no por el niño.
Esto no lo digo yo solo, sino también las investigaciones que así lo han demostrado. El dormir es un hábito. Un hábito es algo que no sabemos y que se tiene que enseñar. Un hábito es aprender a comer la sopa con cuchara. Si hay un niño que no come bien la sopa con cuchara, ¿de quién será la culpa? ¿Del niño o de los padres que lo enseñan? Pasa exactamente lo mismo con el hábito de dormir.
Vaya, y yo que pensaba que dormir era una necesidad fisiológica. Un poco más adelante en el artículo dice que los fetos ya duermen en el útero, es decir, NACEN SABIENDO DORMIR. Otra cosa es que duerman como nosotros queremos y todo lo que nosotros queremos.
Al parecer el problema es que los expertos (como usted) han sobre estimado las horas que un niño tiene que dormir, y resulta que durante años se ha recomendado a los padres un exceso de horas, igual que se les ha recomendado un exceso de calorías. Ahora sabemos que los niños normales, ni duermen tanto, ni tan seguido. Aquí tiene un artículo que revisa las recomendaciones a lo largo de la historia.
Pediatrics. 2012 Mar;129(3):548-56. Epub 2012 Feb 13.
Never enough sleep: a brief history of sleep recommendations for children.
Matricciani LA, Olds TS, Blunden S, Rigney G, Williams MT.
Y no, los recién nacidos no saben comer con cuchara, pero saben dormir estupendamente, ¿por qué será….?
¿Qué hacen mal los padres para que el pequeño no duerma?
Antes no sabían lo que se tenía que hacer. Hasta ahora no sabíamos que el hábito era una cosa que se podía enseñar. Ha sido en los últimos años que lo hemos aprendido. Los pobres padres hacen lo que pueden. Por eso siempre explico que no tienen ninguna culpa. Lo que tienen que hacer es informarse para poder solucionar el problema, y es lo que consiguen cuando leen nuestros libros. De ahí el éxito, de que sea tan popular y haya tantos padres agradecidos. Cuando tú les proporcionas la información correcta, ellos la entienden. Al entenderla, les da seguridad.
Sí, yo a los padres y madres de mi consulta también les explico qué hacer, y también lo entienden, aunque mis consejos son bien distintos: Seguir su instinto, atender a su hijo lo antes posible, hacer colecho seguro si eso mejora el sueño del niño… Y los niños también duermen mejor. Sin ninguna rutina, sin ningún muñeco, y sin ningún método, los niños cuando están pegaditos a su madre o a su padre, casi siempre duermen estupendamente, y si no es así, sí que hay que buscar soluciones.
Pero claro, yo sólo soy una pediatra de pueblo, y encima de la sanidad pública, y no he inventado ningún método que me haga ganar dinero… simplemente aplico el sentido común (el mío, claro, no el suyo) y también me leo los estudios científicos, que en su gran mayoría me dan la razón y me dicen que los niños para dormir, no necesitan ni métodos, ni objetos transicionales, ni ositos musicales, necesitan a sus padres.
Y en cuanto a esa opinión suya de que “antes no se sabía qué se tenía que hacer”, disculpe que discrepe. En los años 20 nadie había descrito problemas de sueño en los niños porque los niños dormían con sus padres o con sus hermanos. En los países donde el colecho es una práctica cultural, como en Japón, los problemas de sueño son mucho más tardíos y se relacionan con ansiedad escolar.
Es decir, antes se sabía perfectamente qué había que hacer. Es ahora, que nos hemos empeñado en ser individualistas, modernos e “independientes”, cuando tenemos que inventar métodos (o copiarlos de otros) para que los niños duerman cuándo, dónde y como nosotros queremos (para que no estorben, claro… qué manía esa de los niños de hacerse notar…)
Lo más importante es que los padres no se rindan, porque el hábito se aprende por repetición…
Totalmente cierto. Tú aprendes a conducir, a esquiar o a hacer pis en el lavabo gracias a que vas repitiendo la acción multitud de veces. También aprendes a comer con cuchara gracias a la repetición. Y si tú ahora quieres aprender a comer como los japoneses, tendrás que aprender a comer con palillos repitiendo una y otra vez la acción. Todo se aprende repitiendo.
¡¡Que no, hombre, que dormir no es lo mismo que conducir, que se puede vivir perfectamente sin conducir y no se puede vivir sin dormir!! Vamos, que podemos aprender a comer con palillos, pero sabemos comer perfectamente con las manos, y si no comemos, nos morimos. Pues con el dormir es igual.Sabemos dormir perfectamente, pero para aprender a hacerlo con pijama, en una cama, y sobre todo sin nuestros cuidadores, para eso sí que necesitamos un método.
También hace falta tener un buen profesor…
La actitud del que te enseña es la otra parte importantísima. El maestro que tú tienes debe ser bueno, tiene que estar seguro, tiene que quererte, estar tranquilo. Si tú tienes un maestro que está nervioso, angustiado, que te echa broncas, tú nunca aprenderás a conducir, ni a esquiar, ni a hacer pis en el lavabo, tú nunca aprenderás a dormir.
La actitud es importante, claro. Ya dice usted en su libro que no se ceda ni un ápice, que los niños son muy listos y te “manipularán” para conseguir lo que quieren.
Claro, los adultos no estamos manipulando al niño para que duerma cuando y como a nosotros nos conviene. No, le estamos “enseñando a dormir” pero siempre “por su bien”. Perdone doctor, pero ninguna madre ni padre puede cumplir las premisas que usted revela (estar seguro, quererte y estar tranquilo) a la vez, y mucho menos mientras su hijo llora.
Partiendo de la base de que cuando un niño llora, ningún adulto está tranquilo, y mucho menos los padres de la criatura. Si le quieres, el cuerpo te pide cogerle, pero usted les dice que no lo hagan. Esa dicotomía entre lo que les pide el cuerpo, el instinto, el amor que sienten por su hijo, y la opinión del “experto”, les hace sentirse totalmente inseguros. Así que los padres y madres que siguen su método, según su propia definición, ¡son malísimos maestros! No me extraña que haya que repetir el método una y otra vez, hasta que el padre o la madre se convencen de que su hijo les toma el pelo, que usted tiene toda la razón, y que su única salvación es dejar llorar al “pequeño manipulador”.
Y eso que lo de dormir ya lo sabíamos hacer dentro de la barriga de nuestra madre. Ese es uno de los aspectos novedosos que presenta su último libro.
Sí. Después de estudiar cómo duerme un feto, ahora sabemos que dentro de la madre, éste ya duerme solo. Es decir, no tienes que hacer nada para el que niño se duerma. No he visto nunca a ninguna madre embarazada que tenga que mover la barriga arriba y abajo para que el niño se duerma. El feto está entre 20 y 30 minutos despierto, que es cuando la madre nota que se mueve, que da golpes o patadas, y después, de repente, se queda quieto, momento en el que se duerme. Lo más importante es enseñarles a los padres que en el momento en el que nace el niño no desenseñemos nada de lo que ya sabe hacer, que es dormir solo. Lo único que necesita para dormir solo es haber estado antes media hora despierto.
Bueno, esto es lo más. El feto no duerme “con” su madre, duerme “dentro” de su madre. ¿Y a eso lo llama usted dormir solo? Si no fuera tan penoso, daría para un monólogo de Buenafuente, ¡¡seguro!!
Lo que todavía sorprende más es saber que un feto… ¡sueña!
Así es. Ahora sabemos que, dentro de la barriga de la madre, el feto ya sueña. Lo que pasa es que no podemos preguntarle en qué [risas]. Una de las fases del sueño es la fase REM. Hoy en día sabemos que es en esta fase cuando más se desarrolla el cerebro, también es cuando se producen los sueños. Pero lo importante es que las conexiones neuronales se producen, mientras dormimos, en esta fase REM. Y si el niño duerme bien, es un niño que puede llegar al máximo de su coeficiente intelectual, en función también de su código genético.
Efectivamente, ahí estamos de acuerdo, los niños necesitan dormir bien. Es decir, sentirse seguros, acogidos y a gusto durante el sueño. Aplicando su método aumentan los niveles de cortisol, cuyo efecto sobre el desarrollo cerebral es bien conocido. Pero el problema es que esos niveles elevados de cortisol que se producen cuando el bebé es separado de la madre, podría producir también cambios en el futuro comportamiento de los niños. Por ahora sólo he encontrado estudios en monos y peces (no por nada, sino porque si se hicieran estudios con niños habría que hacerles biopsias cerebrales, y eso se acepta en monos y peces, pero no en niños), y algún estudio en adolescentes con síndrome de Cushing, pero ahí dejo la referencia, como muestra de lo que puede provocar un nivel elevado de cortisol en sangre:
Proc Natl Acad Sci U S A. 2011 Aug 23;108(34):14312-7. Epub 2011 Aug 15
.Maternal separation produces lasting changes in cortisol and behavior in rhesus monkeys.
Feng X, Wang L, Yang S, Qin D, Wang J, Li C, Lv L, Ma Y, Hu X.
SourceState Key Laboratory of Brain and Cognitive Science, Kunming Institute of Zoology, Chinese Academy of Sciences, Kunming, Yunnan 650223, People’s Republic of China.
Physiol Behav. 2011 Mar 28;102(5):518-23. Epub 2010 Dec 31.
Cortisol reduces cell proliferation in the telencephalon of rainbow trout (Oncorhynchus mykiss).
Sørensen C, Bohlin LC, Øverli Ø, Nilsson GE.
Source: Department of Molecular Biosciences, University of Oslo, P.O. Box 1041, N-0316 Oslo, Norway. christina.sorensen@imbv.uio.no
Dev Psychopathol. 2008 Fall;20(4):1177-89.
Altered amygdala and hippocampus function in adolescents with hypercortisolemia: a functional magnetic resonance imaging study of Cushing syndrome.
Maheu FS, Mazzone L, Merke DP, Keil MF, Stratakis CA, Pine DS, Ernst M.
Source: National Institute of Mental Health, Bethesda, MD, 20892-2670, USA.
Y otros estudios para pensar. El contacto atenúa la reactividad fisiológica al estrés, y el masaje acelera el desarrollo cerebral y la maduración de la función visual. Vamos, que necesitamos que nos toquen, sobre todo los niños. Sí, necesitamos ser tocados, y esa necesidad no diferencia el día y la noche. Pero claro, a lo mejor estos estudios no son de su especialidad. ¿Le suena el Journal of Neuroscience? Igual no…:
Dev Sci. 2010 Mar;13(2):271-8.
Touch attenuates infants’ physiological reactivity to stress.
Feldman R, Singer M, Zagoory O.
Source: Department of Psychology and the Gonda Brain Sciences Center, Bar-Ilan University, Israel. feldman@mail.biu.ac.il
J Neurosci. 2009 May 6;29(18):6042-51.
Massage accelerates brain development and the maturation of visual function.
Guzzetta A, Baldini S, Bancale A, Baroncelli L, Ciucci F, Ghirri P, Putignano E, Sale A, Viegi A, Berardi N, Boldrini A, Cioni G, Maffei L.
Source: Department of Developmental Neuroscience, Istituto di Ricovero e Cura a Carattere Scientifico Stella Maris, I-56128 Calambrone, Pisa, Italy.
Leyendo su libro, uno se da cuenta de que los elementos externos se convierten en pieza básica a la hora de enseñar el habito de dormir a un bebé.
Efectivamente. Para llevar a cabo cualquier hábito tú utilizas unos elementos externos. Cuando enseñas al niño a comer la sopa utilizas una cuchara, cuando enseñas a que se limpien los dientes utilizas un cepillo. Y fíjate que tú utilizas este elemento externo todo el tiempo que dura el hábito. Es necesario, para que un niño duerma, utilizar unos elementos externos. Pero lo que no puedes hacer es darle el elemento y cuando él está durmiendo quitárselo. Si tú lo duermes meciéndolo, el se dormirá. Pero si se despierta a media noche, tendrás que mecerlo otra vez para que se vuelva a dormir. Él entiende, porque así se lo hemos hecho ver, que para volverse a dormir se le tiene que mecer. En definitiva, no hay que hacer nada que él no necesita. No necesita que lo mezan, ni que lo paseemos con el cochecito. Ya sabía dormir solo dentro de la barriga de su madre. Lo único que hay que evitar es que desaprenda lo que ya sabe.
Esto no merece ni comentarios. Ya lo dice usted solito. El niño sabe dormir dentro de la barriga de su madre. Si le colocamos en un entorno lo más parecido a la barriga de su madre (es decir, los brazos y el regazo de su madre o de su padre), se dormirá sin problemas. Y sí, querrá estar en el mismo sitio para dormirse de nuevo, porque es lo que el bebé interpreta como un entorno seguro. Como usted bien dice, el niño no necesita nada para dormir… ¡¡solamente a su madre!!
No hay que mecerlo, dice usted, ni dejar que duerma durante la toma…
Esta es una de las nuevas normas, y es importantísima. Como hemos descubierto que el feto necesita esta media hora de estar despierto para poder dormir, pues esta media hora nosotros la tenemos que obtener cuando le damos de comer, porque así el aprende que el comer es una cosa que se hace cuando uno está despierto, que se hace en un lugar con luz y con un ruido ambiental que puede ser música. Así conseguimos que el niño esté despierto durante esta media hora. Después de tenerlo en brazos, para que eructe, para hablarle, para darle besos, para quererlo, para hacerle un masaje, luego ya lo podemos dejar en la cuna solo y él se dormirá.
Hay que quererlo y obligarle a estar despierto mientras nos viene bien, después hay que dejarlo en la cuna que llore hasta que se duerma… No vaya a ser que reciba demasiado amor, que luego se vuelve “manipulador”.
Importantísima la norma… Contraria a la fisiología, la biología e incluso la ética… pero no se nos ocurra incumplirla, que el niño si no nunca aprenderá que hay que estar despierto para comer, y fíjate que mala imagen, un mocito de cuatro años comiendo los macarrones mientras se echa la siesta… Ya me he cansado de buscar referencias bibliográficas, esta tontería se cae por su propio peso…
Supongo que en aras de concienciar a los padres, usted les advierte que se enfrentan a un ser inteligente, con grandes aptitudes para la manipulación.
Es que es totalmente cierto. No es manipulación en el sentido negativo, sino que es la forma que tiene él de comunicarse con un adulto. Un niño es un ser pequeño, pero no es tonto. Capta lo que ve en su entorno y lo que los adultos les trasmitimos. Si estamos tranquilos y seguros, ellos se sienten seguros. Si en cambio estamos angustiados, aunque no se lo transmitamos directamente, él lo nota.
Anda, pues va a resultar que sí ha cambiado algo, ya no son manipuladores “en sentido negativo”, sino que es su forma de comunicarse. ¡¡Algo es algo!!
Si te ven dudar, estás muerto…
Exacto.
Pero en seguida volvemos a las andadas. Que el niño no perciba que sus padres son humanos, que no perciba que dudan, que se ponen nerviosos, que hay veces que no saben qué hacer… Mejor engañar al niño. Incluso mejor lo que viene en la pregunta siguiente…
Una vez estamos ante la cuna no hay discurso que valga, el padre ha de volverse “sordo y ciego”, explica usted.
Cuando enseñamos el hábito, tenemos que adoptar una actitud tranquila, amorosa, con una sonrisa, pero sin argumentar cosas con el niño. Como él no ha aprendido todavía el hábito, intentará, ya que es muy listo, acciones para conseguir nuestra reacción. Por tanto, lo que los padres deben trasmitir siempre es seguridad. Lo queremos, lo adoramos, pero no cambiamos nuestra forma de enseñarle a dormir.
Lo queremos, lo adoramos, pero somos sordos y ciegos a sus peticiones de afecto (porque no lo olvidemos, el niño no pide otra cosa, pide afecto y atención). ¡Qué manera más rara de querer! Honestamente, si yo estoy llorando y mi marido ni me mira ni me escucha, y repite esa actitud para que no me “malacostumbre” y para hacerme “independiente”, igual me divorcio, mire usted… Pero claro, un niño no puede divorciarse de sus padres.
¿Lo que quieren, básicamente, es llamar la atención?
Lo que quieren es seguridad, que tú tengas siempre la misma actitud. La seguridad se consigue con las rutinas y las repeticiones. Mira lo que hace un niño pequeño cuando va a la guardería. Cuando lleva 15 días ya sabe cuál es su silla, el lugar donde tiene que colgar la bata, dónde está el lavabo, a qué hora hay que comer… y eso lo aprende por repetición. ¿Y que más le ofrecen en la guardería? Seguridad. La maestra cada día hace lo mismo, le habla tranquilamente, y él lo aprende. ¿Por qué? Porque es un ser inteligente.
Claro, un niño se siente mucho más seguro repitiendo rutinas que estando con sus padres. ¿No dicen eso los estudios? Pues no, lo cierto es que la resiliencia, es decir, la capacidad del niño de resistir la adversidad, depende sobre todo del vínculo que hayan tenido con sus padres o cuidadores, es decir, de lo valiosos, atendidos y queridos que hayan sido, no de las rutinas. Y los profesionales sanitarios deberíamos aprender a aconsejar a los padres cómo crear ese tipo de vínculo, no enseñarles a destruirlo con métodos conductistas obsoletos. Ahí dejo otros dos artículos sobre estos temas:
Dev Psychopathol. 2012 May;24(2):553-8
.Children and war: Risk, resilience, and recovery.
Werner EE.
Source: University of California, Davis.
Nurs Stand. 2011 Dec 7-13;26(14):48-56; quiz 58-60.
Mental health problems in childhood and adolescence.
McDougall T.
Source: Child and Adolescent Mental Health Services (CAMHS), Cheshire and Wirral NHS Foundation Trust, Chester. tim.mcdougall@cwp.nhs.uk
Las primeras noches de la aplicación del método pueden ser, cito textualmente, “horrorosas”. ¿Los padres están preparados para afrontarlo?
Cada vez más, porque se leen antes la parte teórica y entienden que lo que hace el niño no es anormal, sino que es la forma que tiene de comunicarse. Un niño no sabe hablar, y la única cosa que hace de forma espontánea es llorar. Ellos lloran de dos formas muy claras: la primera, cuando se hacen daño (que es un llanto que por mucho que lo cojas en brazos, si le duele, no deja de llorar); la segunda es distinta. Por ejemplo, si lo tienes cogido en brazos y, posteriormente, lo dejas en la cuna, empezará a llorar. Si lo vuelves a coger, calla en seco, pero si lo dejas de nuevo en la cuna, vuelve a llorar. Es una forma de comunicarse. Cuando a los padres les explicas esto y lo entienden, porque ven que es de sentido común, lo aplican correctamente.
Vale, el niño comunica que necesita contacto, y los padres le comunican (al no cogerlo, ni consolarlo, ni hacerle caso), que las necesidades del niño no les importan… ¿Es éste el tipo de comunicación que quiere tener uno con sus hijos? ¿Desatender las demandas de afecto de nuestros propios hijos es tener “sentido común”? Bien dice mi madre que el sentido común es el menos común de los sentidos. Insisto, si yo me siento mal, necesito afecto, acogimiento, consuelo… ¿El sentido común dice que no se me debe dar porque “me malacostumbro”? Es que no acabo de pillarlo, oiga…
Usted defiende que aunque un niño llore desconsoladamente no se traumatiza.
Lo importante es que no lo abandones nunca, que estés a su lado. Está comprobadísimo científicamente que estos niños no están traumatizados. Ningún niño está traumatizado por comer la sopa con cuchara, ningún niño está traumatizado por ir a la guardería, y eso que el primer día llorará cuatro horas seguidas, y a pesar de todo, los padres los dejan allí. ¿Y por qué no se traumatizan? Porque es un hábito correcto que ellos acaban aprendiendo.
Me encantaría que citara los estudios que han comprobado que los niños no se traumatizan en la guardería ni al enseñarles a comer con cuchara. Porque, como todo, el trauma o la falta de él dependen del vínculo que los padres tengan con el hijo, de lo seguro que se sienta el niño, etc.
Vemos en estudios sobre la resiliencia, que incluso durante una guerra, los niños que se sienten o se han sentido queridos en sus primeros años, no se traumatizan, o se traumatizan mucho menos que otros niños. Puedo aportar testimonios de niños traumatizados por su método, pero estoy de acuerdo en que, probablemente, hay muchos que no se traumatizan.
De ellos, muchos que han recibido cariño y seguridad por el día y han aguantado la falta de él por la noche. Pero el hecho de que un método traumatice a pocos niños, no significa que sea ético ni aceptable utilizarlo. Y su método parte de la base de que los niños son susceptibles de ser “entrenados” para dormir, para comer, para hacer lo que a los adultos nos venga en gana… y yo creo que los niños son seres humanos y como tales deben ser respetados. Nunca permitiríamos que se utilizara con un adulto un método como el que usted describe. Pues yo creo que tampoco debería utilizarse con un niño, independientemente de que se traumatice o no.
¿Dormir de día también hay que enseñarlo?
Evidentemente. Los primeros meses el bebé necesita hacer las siestas que después irá abandonando, solo quedará la del mediodía. Ésta es recomendable hacerla hasta los cuatro años.
El caso es librarse del niño cuanto más tiempo mejor. No he conseguido encontrar ningún artículo que demuestre o refute su teoría de que los niños tienen que dormir al mediodía hasta los cuatro años. ¿Por qué no hasta los tres o hasta los cinco? Porque DA IGUAL. Hay niños más dormilones que se echarán la siesta hasta los 7 o más años (mi marido, siempre que puede, echa la siesta, y tiene ya los 36), y niños menos dormilones que preferirán jugar… Y sí, queridos lectores, probablemente ninguno de esos niños tiene un trastorno de sueño ni hay que “enseñarle” a dormir la siesta, ni por supuesto obligarle a hacerlo.
¿Es cierto el axioma que reza que el niño que hace la siesta luego duerme mal por la noche?
Es todo lo contrario. Los hechos científicos nos dicen que el niño que duerme bien de día, duerme mejor por la noche. Las abuelas, que son muy sabias, ya lo dicen: el son porta son (el sueño trae sueño). Un niño que durante el día te haga las siestas correctas, llega a la noche feliz, desconecta y puede dormir perfectamente sus 10, 11 o 12 horas.
A ver, resulta que los niños normales tienen que hacer sus “siestas correctas”, de al menos una hora, supongo, y después tienen que dormir entre 10 y 12 horas de noche, es decir, de 11 a 13 horas de sueño en total… Os remito al artículo previo sobre que los expertos sobreestimaban las horas de sueño que necesitaban los niños.
Pediatrics. 2012 Mar;129(3):548-56. Epub 2012 Feb 13.
Never enough sleep: a brief history of sleep recommendations for children.
Matricciani LA, Olds TS, Blunden S, Rigney G, Williams MT.
Lo que usted propone, doctor Estivill, es simplemente IRREAL, todos los niños y adultos españoles, según usted, tenemos problemas de sueño porque ninguno llegamos a dormir esas horas NI DE LEJOS. No he encontrado estudios recientes de comportamiento de sueño en niños españoles, os dejo el último de niños preescolares en Singapur, que duermen de media unas 8.5 horas por la noche, y unas 10 horas en total a lo largo de todo el día, todos potenciales pacientes del doctor Estivill, claro, todos duermen menos de lo “deseable”:
Ann Acad Med Singapore. 2012 Mar;41(3):99-6.
Sleep behaviour in a sample of preschool children in singapore.
Aishworiya R, Chan P, Kiing J, Chong SC, Laino AG, Tay SKh.
A usted no le hacen mucha gracia esos walkie-talkies que los padres acostumbran a poner al lado de la cuna para escuchar a sus pequeños…
[Risas]. Tiene mucha lógica y, además, científica. Los recién nacidos, el primer grado de sueño que tienen es un sueño inquieto (se le llama activo). Es el momento en el que ellos mueven los ojos, hacen pequeños ruidos con la boca, respiran de forma irregular… claro, si los padres tienen estos walkie-talkies, a través de los cuales escucharán cada una de estas pequeñas cosas que hace el niño, y, además, no saben que eso es un dormir normal, acudirán a la habitación del pequeño y pueden interferir en su sueño, pensando que éste lo está pasando mal. Luego es cuando lo cogemos, lo mecemos, le cantamos… Más vale que cojamos el walkie-talkie y lo tiremos a la basura.
Claro, con el walkie-talkie podemos hacernos conscientes de que nuestro hijo está solo, se nos despiertan los remordimientos, y a lo mejor no somos capaces de seguir el método al pie de la letra. Lo malo es que esos momentos de respiración irregular son los momentos en los que más riesgo hay de que el niño sufra una muerte súbita… Igual no son tan malos los walkies… Aunque yo sigo prefiriendo que duerman con los padres.
Otra de las novedades de este libro con respecto al primero es lo que usted ha resuelto en llamar ‘la regla de oro para la madre’.
Es importantísima. Hemos descubierto que la madre, cuando tiene al bebé, todo es maravilloso, sí, pero va corta de sueño. Y este es un motivo (además del tema de las hormonas, de que se ve fea, de que el marido no le hace demasiado caso…) que la puede llevar a entrar en un estado de desánimo y tristeza. La madre necesita dormir, y la única manera de hacerlo es ajustar su horario a la del pequeño, también de día.
Totalmente de acuerdo, es fundamental que los padres aprovechen el sueño del bebé todo lo posible. Por eso sería mejor que se durmiera a la teta y lo dejaran dormir en paz, que pudiera dormir con sus padres para que los padres también aprovecharan para dormir, y ya puestos, por una vez voy a darle la razón: El sueño de la puérpera es tan importante, que deberíamos poderles pedir que las visitas vengan con la fiambrera con comida y dispuestos a fregarle la cocina o los baños a la parturienta, mientras ella duerme, por supuesto.
4 comentarios en “Sobre la entrevista de la Vanguardia al Dr. Estivill”
Con tu permiso lo comparto en el face… gracias por estas reflexiones y aclaraciones. ¡viva el colecho y la rica tetita!
Para eso está hecho, guapísima, para compartirse y difundirse!! Besines.
La verdad es que si dormir es imprescindibles para estar vivo y hasta hace 15 años no sabíamos cómo hacerlo, de verdad, no sé cómo no nos hemos extinguido. Lleva la humanidad miles y miles de años SIN SABER DORMIR!!!! Menos mal que ha venido Estivill a enseñarnos, estoy mucho más tranquila.
Muy bueno!!
Verdad que es evidente?? Yo lo que no entiendo es cómo personas que se llaman a sí mismos científicos, siguen difundiendo bulos y escribiendo libros!! Un abrazo.