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Todo lo que necesito saber, lo aprendí en la escuela infantil

Me apetece compartir con vosotros este precioso texto de Robert Fulghum, dedicado especialmente a esas profesionales con las que comparto bastantes horas y que muchas veces no son valoradas como debería, las educadoras de escuelas infantiles (lo siento, chicos, sé que vosotros también estáis, pero la preeminencia femenina en esta profesión hace justo utilizar la palabra en femenino).

*Todo lo que necesito saber lo aprendí en la Escuela Infantil*
Todo lo que realmente necesito saber sobre cómo vivir y cómo ser, lo aprendí en la Escuela Infantil. La sabiduría no estaba en la cima de la montaña de los títulos académicos, sino en el arenero del patio.

Estas son las cosas que yo aprendí:

Compartirlo todo.

Jugar sin hacer trampas.

No pegar a la gente.

Poner las cosas en su sitio.

Arreglar mis propios líos.

No coger las cosas de otros.

Decir “lo siento” cuando hiero a alguien.

Lavarme las manos antes de comer.

Tirar de la cadena.

Las galletas y la leche son buenas.

Vivir una vida equilibrada: aprender algo, pensar algo, dibujar, pintar, bailar, jugar y trabajar algo todos los días.

Echarme la siesta cada tarde.

Cuando salgo al mundo, tener cuidado del tráfico, agarrarnos de la mano y permanecer juntos.

Estar atento a las maravillas.

Recordar la pequeña semilla en el vaso: las raíces van para abajo y las plantas crecen hacia arriba y realmente nadie sabe cómo ni por qué, pero nosotros somos igual que eso.

Los peces de colores, los hámsters, la tortuga e incluso la primera semilla del vaso se mueren, así que también lo haremos nosotros.

Y recuerda los cuentos y la primera palabra que aprendiste, la palabra más importante del mundo: MIRA.

Todo lo que necesitas saber está ahí, en alguna parte. Coge cualquiera de estas normas y ponla en los sofisticados términos de los adultos y aplícala a la vida en tu familia o en tu trabajo, al gobierno o al mundo y seguirán siendo verdaderas, claras y firmes.

Piensa que una sociedad mejor puede ser si todos nosotros, el mundo entero, tiene leche y galletas a las tres todas las tardes y luego se puede echar la siesta en las colchonetas. Y que si todos los gobiernos tuvieran siempre como política básica colocar las cosas en su sitio y arreglar sus propios líos…

Comprobarás que continua siendo cierto, no importa cuál sea tu edad, que cuando sales al mundo,lo mejor es darse la mano y permanecer juntos*.

*este texto pertenece a una colección titulada *Uncommon Thoughts on Common Things*

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