A menudo se habla de la pobreza en hierro de la leche materna, y es cierto, la leche materna tiene aproximadamente 0.3 mg/l de hierro, pero es un hierro que se absorbe en más de un 50%. Así, si un niño toma más de medio litro de leche materna, absorbe unos 0.12 mg de hierro al día. La leche de vaca no enriquecida tiene hasta 0.8 mg/l de hierro, pero su absorción es más pobre, menos del 10%, por lo cual, la misma cantidad de leche de vaca proporciona 0.08 mg de hierro diarios. La leche maternizada enriquecida tiene hasta 12.8 mg/l de hierro, pero su absorción es aún más pobre, de apenas un 4%., si toma la misma cantidad de fórmula enriquecida, el niño no consigue absorber más de 0.4 mg/día. Atendiendo a estos datos, un niño con lactancia materna exclusiva, que no admite otro tipo de alimentos, debería iniciar de manera temprana (no más tarde de los 7 meses) el suplemento con hierro, para evitar la anemia ferropénica. Si el niño está tomando pollo o ternera diariamente, probablemente no vaya a precisar suplementos artificiales.
La anemia ferropénica se suele instaurar de forma insidiosa, en general no afecta al peso del niño, ni a su talla, sino sobre todo a su vitalidad y a su interés por las cosas. La palidez es un signo, pero para mí lo más importante a la hora de sospechar una anemia ferropénica es la sensación de cansancio, la pérdida de interés por levantarse o por jugar, y la pérdida de interés en la comida.
Espero que esta entrada os ayude a detectar estos síntomas en vuestros hijos, y a contárnoslos a los pediatras, porque es bastante frecuente que nosotros en consulta no percibamos esos pequeños cambios que sólo los padres y madres sois capaces de ver. La anemia ferropénica, afortunadamente, es una patología que se corrige estupendamente con los suplementos, en seguida se observa que el niño está más contento, más activo, y tiene más apetito. ¡Un saludo y hasta pronto!
Significarse… y van… Por qué NO recomiendo las vacunas de la gripe y la COVID
Empieza el otoño, y empieza la campaña mentirosa de vacunación del Ministerio de Sanidad. Sí, les llamo mentirosos con todas las letras, porque basan la