Esta semana se cumplen 20 años desde que cuatro investigadores (Guyatt, Haynes, Sackett y Chalmers), emprendieran una auténtica «cruzada» en contra de la medicina basada en la opinión (vamos, la medicina basada en lo que piensa el experto, o en lo que ha pagado el laboratorio…)
En el curso de Nils Bergman hemos aprendido que esta cruzada sigue plenamente vigente en los cuidados neonatales.
Repasando las frases clave de este curso:
– Nada de lo que hace o no hace un bebé tiene sentido excepto desde el punto de vista del cuerpo de la madre: Tenemos miles de evidencias de que el lugar ideal para un bebé recién nacido, sea a término o pretérmino, es el regazo de su madre. En el regazo de su madre su temperatura se equilibra, sus frecuencias cardíaca y respiratoria se estabilizan, el bebé puede realizar todos los comportamientos para los que está programado… Sabemos que la MADRE estabiliza… lo cual quiere decir que LAS INCUBADORAS DESESTABILIZAN, ya que un bebé en incubadora está siempre más inestable que sobre el cuerpo de su madre. No hay ni un solo estudio randomizado que haya demostrado que la incubadora es superior a la madre, todo lo contrario. Desde al menos 1994, TODOS los estudios que se han hecho comparando el cuidado en incubadora con el cuidado madre-canguro, han demostrado la superioridad del segundo. Mejor resultado cardiovascular, menos infecciones, menos complicaciones graves, menor morbilidad y mortalidad, y menor gasto…. ¿Qué demonios estamos esperando para implantar el cuidado madre-canguro en TODAS las unidades neonatales?
– El bebé y la madre tienen comportamientos neuronales altamente conservados que sólo se ponen en marcha si están piel con piel: El bebé piel con piel es capaz de reptar, subir hasta el pecho, engancharse solo y succionar, es capaz de mirar a la madre a los ojos y provocar que la madre le mire a él. Cuando ésto ocurre, la madre y el hijo se vinculan. Cuando se hace piel con piel con el padre se observan los mismos comportamientos. El cerebro de la madre y el del padre CAMBIAN a través de ese contacto estrecho con su hijo. Se produce más oxitocina, se favorece el vínculo y se favorece la lactancia. Y de nuevo tenemos miles de estudios que prueban todo esto. ¿Por qué los pediatras no insistimos más en la importancia del piel con piel? ¿Por qué no les decimos a los padres y madres que donde mejor está su hijo es en su regazo?
– El bebé sólo puede regularse a través del contacto con un adulto que lo cuida y lo contiene: Y de nuevo tenemos todos los estudios que queramos para probar ésto. ¿Por qué se siguen vendiendo «métodos» para separar al niño de sus padres, pretendiendo que así aprende a «autoregularse»? UN BEBÉ NO PUEDE AUTOREGULARSE, y un niño pequeño tampoco (Como veis, en este artículo, a mí, con mis casi cuarenta años, también me está costando autoregularme… pero es que estas cosas me encienden!!)
Por tanto, apelando a la Medicina Basada en la Evidencia, proclamo que el objetivo del cuidado neonatal debería ser llegar a una SEPARACIÓN CERO, es decir, que en ningún caso, por ningún motivo, la madre y el bebé sean obligados a estar separados. Es decir, que en todo momento se propicie un piel con piel desde el momento del nacimiento (o desde el momento en que se intube a los bebés más inestables), y un cuidado madre canguro en todas las unidades neonatales.
Se lo debemos a nuestros niños, se lo debemos a las madres y a los padres… y se lo debemos a la buena práctica médica.
Iré contando más poco a poco estos dos días intensos que hemos vivido con Nils Bergman, pero necesitaba daros un anticipo ¡ahora que lo tengo fresco!
Tratamiento no farmacológico de la ansiedad en embarazadas
Escribí éste artículo para un concurso del blog de la SEMFyC (Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria). Tras un mes de correcciones al final