No soy maestra ni pedagoga… pero el sentido común me dice que un niño de 5 años que ya se pasa 8 horas en el cole, no necesita pasarse otra hora mas al día haciendo deberes. Tengo muchos amigos maestros y pedagogos. Ninguno de ellos manda deberes a sus alumnos, me dicen que no tiene sentido, que no mejoran los resultados académicos, que estresan a los niños y que no les dan tiempo para jugar, que es lo que tienen que hacer cuando salen del colegio. De hecho tanto en Francia como en Finlandia los deberes están prohibidos en la educación primaria, considerando que los niños necesitan tiempo para jugar… e incluso para aburrirse. Parece evidente que los deberes no mejoran el rendimiento, ya que Finlandia es el país que mejores «notas» saca cuando se evalúan los conocimientos de los alumnos. Pero por desgracia ni todos los profesores ni todos los padres piensan que los niños necesitan ese tiempo para desarrollar otras actividades. Por desgracia muchos niños de 5 y 6 años pasan dos horas al día o más haciendo deberes. Por eso, quiero unirme a la petición de Change.org para solicitar la racionalización de los deberes (yo pediría la supresión de los deberes por ley, como en Francia, pero ya una racionalización para bajar la cantidad me parecería algo estupendo). ¡Un abrazo!
Firma la petición: https://www.change.org/p/al-ministro-de-educaci%C3%B3n-espa%C3%B1ol-jos%C3%A9-ignacio-wert-por-la-racionalizaci%C3%B3n-de-los-deberes-en-el-sistema-educativo-espa%C3%B1ol
Para reflexionar os paso algunos enlaces que hablan de esta problemática:
http://www.calamar2.com/2014/05/21/la-sobrecarga-de-deberes-ahoga-a-los-alumnos-de-primaria/
http://www.eldiario.es/sociedad/Deberes_0_260024894.html
http://www.abc.es/familia-educacion/20141213/abci-deberes-navidad-201412121325.html
2 comentarios en “Deberes…”
Es una auténtica barbaridad… reflejo de la neurosis en la que vivimos en esta sociedad. Seguimos con un sistema educativo prusiano y decimonónico pero con niños nacidos ya en el siglo XXI; con maestros que tienen que dar cinco asignaturas distintas en diferentes cursos bajo el único criterio de tener o no acreditación para impartir asignaturas en inglés; con editoriales que cada vez inventan más materiales para que los niños carguen las mochilas y llenen las tardes; con equipos directivos que no se plantean que se puede educar de otra manera; con profesores desmotivados cuya única explicación al bajo rendimiento es que los niños son muy desobedientes y vagos; con padres obsesionados por que los hijos alcancen la excelencia académica como si eso fuera garantía de felicidad en la vida… Al final los niños bajo estrés aprenden menos, se enferman más, pierden todo interés por aprender y dejan de hacer lo que más necesitan a esta edad: jugar.
Para un niño que va bien los deberes no tienen sentido. Y para uno que va mal, tampoco (más de lo mismo no va a solucionar su dificultad).
Firmo ahora mismo.
Un beso,
Bea
Yo no lo habría expresado mejor, Bea. ¡Un abrazo!