Hace relativamente poco que se habla de las Personas Altamente Sensibles (PAS) y de los Niños Altamente Sensibles (NAS). Sabemos que son cerca del 20% de la población, y que su sistema nervioso elabora las cosas de una manera un poco diferente.
Son personas que SIENTEN más, tanto físicamente como emocionalmente. Son capaces de darse cuenta de muchas cosas que otros pasamos por alto, pero precisamente esa capacidad de captar TODO lo que pasa a su alrededor, tanto física como emocionalmente, les agota muchísimo.
Quiero colgar un poco de información sobre la Alta Sensibilidad porque es poco conocida, y estoy segura de que much@s os vais a reconocer (o vais a reconocer a vuestr@s hij@s) en estos videos y podcast:
Como madre de un niño altamente sensible, me parece FUNDAMENTAL observar a nuestr@s niñ@s y observarnos a nosotr@s mism@s.
Como podéis ver en el primer video, el tipo de infancia que se le ofrece a un NAS va a incidir de manera muy importante en su vida adulta (como le pasa a cualquier niñ@, por otra parte, pero en un NAS especialmente). En el podcast explican fenomenal la Alta Sensibilidad, y creo que necesitamos aprender más sobre este DON. Por desgracia, como bien dicen en el podcast, en esta sociedad puede convertirse en una maldición, por eso creo que reivindicar la sensibilidad, la capacidad empática, y la vulnerabilidad, es URGENTE.
Si sospechas que tu hij@ es Altamente Sensible, te aconsejo el estupendo libro de Elaine Aron, «El don de la sensibilidad en la infancia». A mí me ha ayudado a entender a mi hijo, a protegerle en ocasiones del exceso de estímulos, a vivir su don como lo que es, un regalo para él mismo y para la humanidad.
Espero que este post os ayude a comprender a vuestr@s hij@s altamente sensibles… y a vosotr@s mism@s, porque a menudo un@ niñ@ altamente sensible es hijo de un padre o de una madre altamente sensible. ¡Un abrazo de corazón!
PD: si queréis hacer el test para adultos, en este enlace lo tenéis a vuestra disposición:
5 comentarios en “El DON de la sensibilidad”
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Cómo me están gustando todos tus nuevos artículos. Tanto Miguel, como yo somos PAS, aunque él, no sé por qué, no se identifica como tal. Pero los test sí que le dan positivo y, como yo, tiene muchos rasgos. Nos complementamos porque yo con lo del olfato lo paso mal, detecto a alguien comiendo un bocata de chorizo al final de la calle y él no puede jugar con plastilina, arena, arcilla… Todo le da mucha grima. Ambos también hemos pasado por episodios de depresión. Casi estamos seguros que nuestro hijo también lo es, pero al ser tan pequeño es complicado y parece que siempre nos tiene que confirmar un profesional el diagnóstico. Pero desde muy pequeño se quejaba de la arena en los zapatos. Pide que le cambiemos de ropa en cuanto se mancha o se moja un poquito. Y, sobre todo, llora siempre que se cae. Incluso cuando sólo ha tropezado se asusta mucho. Pensaba que era yo, que se asustaba al ver mi expresión, pero le pasa con cualquiera, incluso cuando yo no estoy con él. Me harto de explicar que no finge, que no intenta llamar la atención. Y aunque ahora se ha vuelto más peleón, de más pequeño aplaudía al resto de los niños cuando se tiraban por el tobogán. O se queda mirando con cara de preocupación a los niños cuando lloraban y les intenta consolar a su manera. Me preocupa lo que puede ver en la tele porque a mí Juego de Tronos, por ejemplo, me afecta y sé de sobra que es ficción. Y algunas escenas en el parque también son como para salir corriendo. Es totalmente cierto lo de la infancia. Yo crecí pensando que era rara y que no encajaba en ningún sitio. Era la única que no disfrutaba de las discotecas de adolescente. La verdad que poner nombre a lo que pasaba fue muy sanador. Para mí fue determinante un reportaje que echaron hace años en la 2. A raíz de verlo comencé a investigar. Gracias por escribir sobre esto.
Ay, lo de proteger a nuestr@s hij@s altamente sensibles en esta sociedad altamente agresiva daría para varios artículos, mi querida Sol!! Yo con el mío lo que hago es hablar mucho, comentarlo todo, ir todo el rato al cuerpo, a la sensación, a cómo me siento, cómo nos sentimos, y cómo cambiarlo, cómo gestionar esa emoción que nos atrapa y nos "mueve el piso"… Con lo de la tele la verdad es que Miguel lo lleva muy bien, comprende perfectamente que son cosas de ficción y luego le sirve para hablar también sobre sus sentimientos (vale, también es trabajo mío, porque mi hijo no ve NADA sin mi supervisión, sin que yo esté con él explicándole las cosas que pasan, etc, etc..)… Pues eso, maja, a seguir en la lucha y en el acompañamiento vital y emocional a nuestros tesoros!!
Gracias por sacar temas tan interesantes. Sólo añadir una lectura recomendable para padres con poco tiempo "Comprendiendo al Niño Altamente Sensible: Cuando ve a través de Sus Ojos un Mundo Abrumador, de Jamie Williams. Un libro cortito para iniciarse en este mundo del PAS
¡Genial, Ainhoa!! Me lo apunto, que nunca se sabe bastante. Un abrazo y gracias!!