He estado preparando para la Escuela de Madres y Padres de mi centro de salud una clase sobre la teoría del apego, de la que, si me habéis leído ya un poquito, me declaro seguidora.
La teoría del apego nace de las investigaciones de Bowlby y Harlow, el primero investigó con niños pequeños en orfanatos y el segundo con monos. Básicamente dice que el apego es el vínculo emocional que el niño desarrolla con aquellos que le cuidan, y que le proporciona la seguridad imprescindible para un buen desarrollo de la personalidad.
La tesis principal de esta teoría es que, cuanto más presentes, responsivos, amables y cariñosos sean las figuras de cuidado, más feliz y seguro se sentirá el niño. Es decir, que el estado de seguridad o ansiedad de un niño va a depender sobre todo de lo accesibles que estén los adultos que le cuiden, y de la capacidad de respuesta de estos adultos a las necesidades del niño.
Múltiples investigaciones han demostrado que los niños que desarrollan un apego seguro con sus cuidadores tienen una mejor autoestima, son más independientes e intrépidos, y tienen un mayor sentido crítico. Para ampliar un poquito el tema de la teoría del apego y otras cosas que voy a exponer aquí, os remito al precioso artículo de Manuel Vitutía Curiana: .http://www.despiertaterapias.com/psicolologia/blog-de-psicologia-estamos-geneticamente-programados-para-el-carino/
¡Ambos llegamos a conclusiones similares partiendo de distintas premisas, por eso me ha encantado su artículo!
Bien, si está todo tan claro… ¿Por qué tanta gente sigue diciendo que no es bueno coger a los niños? ¿Por qué hay que «enseñarles a dormir» dejándoles llorar? ¿Por qué hay que «enseñarles» que la vida es dura «desde el principio» y «acostumbrarles» a que no se puede tener todo? En definitiva, ¿por qué queremos convertir a los niños en adultos pequeñitos antes de tiempo?
Todo surge de teorías «adultocéntricas» del siglo XIX. Todos los expertos de la época empezaron a decir que no era bueno tocar demasiado a los niños, que los varones se volvían «afeminados» si estaban demasiado en contacto con su madre. Pronto esta separación impuesta a los varones se extendería a las mujeres, que tampoco era bueno que fueran demasiado «dependientes» de su madre.
Por supuesto ninguna de estas opiniones (a veces los supuestos «expertos» no son más que «opinólogos» profesionales, aunque tengan el título de pediatra) se basó en estudios científicos, ni se han comprobado ciertas más adelante, pero calaron mucho en el inconsciente colectivo, y ya en el siglo XX, fueron reforzadas tanto por los estudios de Freud (basados en el psicoanálisis a adultos) y por los de Skinner (padre del conductismo, que investigaba con ratas) y Watson, que se jactaba de poder «educar» a un niño para que fuera aquello que él (Watson, claro, no el niño) decidiera.
Y lo peor era que las técnicas conductistas solían funcionar, sobre todo cuando se aplicaban a los niños más pequeños. De ahí surgen los famosos métodos de «ciranza» basados en el conductismo: El método King
(http://www.youtube.com/watch?v=a_wytq40L9Y: Ojito con el vídeo del método King, es fuerte y duro, pero creo que es muy instructivo), el método de Spock (el primero que hizo «tablas para enseñar a dormir», Ferber y Estivill simplemente le copiaron… y se vendieron mejor, claro), y otros muchos menos conocidos. Se comprobó que los métodos conductistas funcionaban incluso en adultos, lo que les vino muy bien a regímenes dictatoriales como el estalinismo (con sus famosos «lavados de cerebro») y a otros menos dictatoriales… en nuestro medio al lavado de cerebro se le llama «publicidad». Y funciona, se comprobó con la publicidad subliminal de coca-cola en más de un cine.
Pero a pesar de que funciona, con el tema de la crianza, me parecía curioso que se hiciera más caso a una teoría que se basa en análisis de adultos y experimentos con ratas, que a otra que se basa en análisis de niños y experimentos con monos (que algo más se nos parecen, a nivel de escala evolutiva, me refiero).
Como me parecía curioso, empecé a pensar por qué sería así. Y ahora viene mi teoría. Esto que cuento ahora es «made in Teresa», no lo he leído en ningún libro, aunque seguro que hay mucha gente a la que se le ha ocurrido:
Si algo nos ha dejado claro esta crisis es quién manda. La democracia (que significa «gobierno del pueblo») es una utopía, cuando no una falacia. Es claro que aquí, en esta sociedad capitalista en la que vivimos, quienes mandan son los bancos, los mercados y las grandes corporaciones.
Veamos las cosas desde su perspectiva:
Una manera de criar da lugar, bien aplicada y con las mejores condiciones, a adultos seguros, independientes (en el sentido de que se perciben valiosos por sí mismos, no por lo que tengan o puedan comprar), con sentido crítico y empatía (capacidad de ponerse en el lugar del otro).
La otra manera de criar nos asegura por de pronto adultos manipulables (se les enseña desde niños que hay «alguien mayor» que sabe más que ellos, que les cuida y les dice lo que tienen que hacer), y, cuando las técnicas no se aplican al pie de la letra, muy probablemente con un apego inseguro o ambivalente, es decir, adultos que no se fían demasiado de nadie, que tienen problemas para ponerse en el lugar de otros, y que tienen más riesgo de desarrollar conductas adictivas y de tener relaciones co-dependientes.
Sinceramente, a mí no me sorprende nada que en la «tele» salga más Estivill que Carlos González, o Supernanny que Rosa Jové. A los niños mejor «educarlos» desde el principio para que sean adultos manipulables, frágiles y dependientes, que necesiten «cosas» para mejorar su autoestima, que necesiten un «estatus» para sentirse bien (y ya si necesitan un Lexatín o un Orfidal, mejor que mejor).
Conclusión: Si quieren niños obedientes y callados, que se vayan a dormir a su hora, y que no den demasiado «la tabarra» apliquen técnicas conductistas. Funcionan bien. Ojo, pero hay que usarlas al pie de la letra y ser constante desde el principio. ¿En el futuro? Probablemente se gasten un pastón en psicoanalístas o tengan que meter al chico adolescente en una comunidad terapéutica porque se pone «de pastis» hasta las orejas. Ah, pero de niño se portaba fenomenal, eso sí.
Si quieren adultos felices, independientes, capaces, sanos, empáticos y con una buena autoestima… es mucho más fácil de lo que parece, simplemente hay que seguir nuestros instintos y tratarlos tal y como a nosotros nos gustaría ser tratados. Ésta es mi particular «teoría del apego». Como siempre, os animo a investigar, a seguir buscando, a recorrer la blogosfera, que hay muchos y muy buenos artículos… y como siempre, quedo a vuestra disposición para cualquier duda, consulta, crítica (constructiva, por favor) o sugerencia. Un saludo!
Significarse… y van… Por qué NO recomiendo las vacunas de la gripe y la COVID
Empieza el otoño, y empieza la campaña mentirosa de vacunación del Ministerio de Sanidad. Sí, les llamo mentirosos con todas las letras, porque basan la
8 comentarios en “Teoría del apego y sus consecuencias:”
Me ha encantado Teresa. Yo opino igual!!! Lo que quieren es gente sumisa, un beso, Lara.
Muchas gracias, preciosísima. Yo cada vez tengo más claro que por eso triúnfan los que pretenden anular a los niños, por eso salen en la "tele" y por eso las investigaciones sobre la teoría del apego no tienen la difusión que deberían. Besicos y hasta dentro de una semanita!!
Hola Teresa, también creo que en esto de la crianza sin apego, lo único que importa es el adulto, y el objetivo es criar sumisos…
Una sugerencia, cuando pongas enlaces de vídeos como el del método King, por favor avísanos de que se trata de contenidos que pueden herir la sensibilidad,
besos,
Carmen
Tienes toda la razón, Carmen, ahora mismo reedito la entrada para avisarlo. ¡Gracias! Un saludo.
Estoy de acuerdo con la mayor parte de lo que expones, además es de agradecer que se citen fuentes fiables y no casos de dudosa credibilidad.
Sólo tengo una objeción. Al igual que los que se oponen a la crianza con apego lo hacen desde una ideología equívoca del siglo XIX como muy bien explicas, los que se oponen al "conductismo" también se basan en una ideología antigua y desfasada ya en desuso. Si bien es cierto que skinner trabajaba con ratas, y que Watson se dejó llevar por sus descubrimientos, no dejan de ser ciertos y útiles los principios de aprendizajes que ambos descubrieron.
El condicionamiento no es malo, ni alienante, ni falto de cariño; el poblema es la manera en que se aplica a partir de conclusiones erróneas. Nadie que entienda de verdad los principios de aprendizaje dejaría a un bebé llorar para que aprendiese a dormir. Claro que la conducta se "extingue", pero lo primero que se debe hacer para aplicar cualquier programa de reforzamiento o "tabla" es analizar qué motiva la conducta "indeseada" (por qué la usa el niño, que beneficio obtiene) y localizar otras conductas alternativas que puedan ayuar al niño a obtener el mismo beneficio sin que sea perjudicial para él ni para los demás. Esto es imposible en un bebé porque sólo tiene el llanto como herramienta de comunicación, así que es evidente que cubrir su necesidad de afecto prima a la posibilidad de extinguir el "fastidioso" llanto, que por otro lado no tendría sentido eliminar porque no es un intento por su parte de manipularnos, sino de buscar protección.
Siento haberme enrollado demasiado, pero es la primera vez que leo una opinión decentemente defendida y quería añadir algo que considero muy importante.
Un cordial saludo
Saludos, Noelia!! Con respecto al conductismo, yo utilizo terapia cognitivo-conductual en niños mayores y en adultos con buenísimos resultados tanto en fobias como para ayudarles con técnicas de estudio, a mejorar la autoestima… Creo que todo tiene su sitio y todas las herramientas son válidas… aplicadas cuando tienen que aplicarse. El llanto de un niño, como bien dices, es una herramienta de comunicación, así que utilizar el conductismo para "librarnos" del llanto lo considero simple y llanamente tortura, igual que considero tortura incomunicar a los presos,por ejemplo. Gracias por tu aportación, me parece fundamental y enriquecedor el que cualquiera pueda expresarse, ¡para eso está internet!! Un abrazo.
Por esa regla habria q dejar a los niños dormir y no llevarles al cole,no ponerles vacunas por q duele comer cuando quieran hacer caca donde les apetezca , comprarles todos los caprichos q pidan.
Eso es criar niños sanos? Dia y noche,mañana tarde , blanco negro.
El orden , el ritmo es positivo y para todo y todos. No confundamos las cosas por favor
Parto de la base de que tenemos sentido común, Grehersan. Por supuesto que hace falta un orden y un ritmo, y que simplemente es IMPOSIBLE criar un niño sin ningún límite (como dice un amigo mío, ningún niño rompe todos los billetes de 50 euros que querría…). Pero una cosa son los límites lógicos (levantarle para ir al colegio, ponerles vacunas aunque duelan…) y otra cosa es dejarles llorar "porque sí", "para que aprendan"… o pegarles cuando lloran "para que tengan un motivo para llorar". Un niño cuando llora tiene razones para hacerlo, y es misión de los adultos averiguar esas razones y acompañarle, y acogerle, y apoyarle en su llanto. Un adulto, por el hecho de serlo, debería tener una capacidad de gestión emocional mayor que un niño, y debería poder gestionar la emoción de su hij@ sin tener que pegarle, amenazarle o abandonarle… Si no podemos hacerlo, los que tenemos que ir a terapia o aprender cómo hacerlo, somos nosotros, no el niño. Y sí, considero que precisamente aprender a acompañar emocionalmente a nuestr@s hij@s es la única manera de criarlos sanos.