Desde que me dedico más a mi trabajo como doula, voy constatando que uno de los factores más estresantes en los primeros días después del parto, son las visitas. Parece que todo el mundo quiere ir a ver a la madre reciente y a su bebé, y hay como una especie de competición («yo lo vi el primero», «pues yo me estuve allí dos horas y lo tuve todo el rato en brazos», etc, etc, etc). Curiosamente, una madre reciente parece que puede enseñar sus tetas a todas las visitas, y no puede irse a amamantar a su hijo a otro sitio ( «mujer, quédate que no nos molestas» !!!!), o no puede simplemente desaparecer en otra habitación con su hijo, cuando se encuentra cansada. En una situación normal, la gente antes de ir a tu casa te llama para ver si estás o si te viene bien que vayan… A los pobre padres y madres primerizos hasta esta simple regla de educación les es negada. Como los primeros días se supone que están en casa, la gente puede aparecer a horas intempestivas, se va cuando le apetece, y raramente preguntan si estás dispuesto a recibirlos (excepto la gente que realmente te quiere, la que tiene mucha confianza contigo, que mantienen esa buena educación de preguntar antes de ir…).
Por eso me ha encantado esta entrada del blog mamás y bebés, consejos breves, claros y con los que estoy completamente de acuerdo:
Las tres cosas
que puedes pedir
a las visitas
en tu postparto

Te damos tres ideas que seguro que os van a ser más útiles que muchos cachivaches con los que pueden presentarse.
el niño no necesita conocer a nadie en este momento más que a su mamá y a su papá.
Pero como no siempre se pueden evitar, pídeles a las visitas del
postparto cosas que te vayan a ayudar de verdad.
Hay una forma de hacer que sean útiles.
puede que emocionalmente desbordada.
Necesitas estar con tu bebé, asentar la lactancia o alimentarlo,
si es el caso, con biberón de forma lo más cercana posible.
con las emociones a flor de piel y deseosa de disfrutar
del vínculo de enamoramiento con tu bebé.
Pero las visitas están dispuestas a aparecer con regalos,
para coger al pequeño y quizá, marearte con consejos
y obligándote a estar medioarreglada y atendiéndolas.
que te ayudarán a que estos días sean más fáciles para todos.
Respeto a los horarios y rutinas de tu hijo
Comerá y dormirá a su propio ritmo y posiblemente la que necesita horarios seas tu.
Como tus horarios dependerán de las necesidades del niño y estas son imprevisibles,
es conveniente aclararlo:
la visita deberá adaptarse a los horarios y rutinas que marque tu hijo.
Cuando el niño se duerma es posible que los despidas y te vayas a la cama,
incluso si han llegado hace cinco minutos.
además de hacerlo para las tomas o los biberones si sientes
que estáis ambos más cómodos en soledad.
No se negocia, no se admiten críticas. Se asertiva, informa, no pidas permiso.
Comida
incluso si tu pareja está en casa, es algo para lo que se dispone de poco tiempo.
Tu vas a estar centrada en el bebé y él en atenderos.
un cargamento de comida fresca,
una cesta de frutas y verdura ecológica por ejemplo.
cocido, lasagna, lentejas, albóndigas, pisto, marmitako,
caldo, estofado, mero en salsa, gazpacho, tortilla de patatas,
espinacas rehogadas con jamón y pasas, calabacines rellenos…
y en porciones individuales. Que compren las fiambreras también.
Te aseguro que una semana sin tener que preocuparte
más que de calentar el plato del día se agradece, y mucho.
Labores del hogar
estar dispuestas a arremangarse y hacer las labores del hogar.
No coger al niño ni querer alimentarlo, de no ser que realmente necesites eso, no.
y te la devuelvan lavada, planchada y doblada.
O que te pregunte a que hora quieres que pasen a limpiar la casa
o se ocupen de hacer recados que sean necesarios.
que no cumplan el primer punto y
que no estén dispuestas a colaborar en los otros dos, pueden esperar.
Tu hijo lo agradecerá y tu seguro que también.
2 comentarios en “Visitas en el puerperio”
Es absolutamente cierto! Ya aprendí para el segundo!
Ji,ji!! Genial, espero que en el segundo te respeten más que en el primero!! Abrazos enormes.