Cuantas más madres conozco, más aprendo. Hace unos días estuve haciendo un taller de Primeros Auxilios en Pequeños Maestros, y allí conocí a una mamá que lleva años con una estupenda web de Trucos Naturales. Con su permiso, publico su receta de polvos para aliviar el picor de la dermatitis atópica, son geniales porque se pueden echar en el agua del baño o directamente sobre la piel. Os dejo, pues, con la sabiduría de Virginia:
Polvos para los picores
La dermatitis atópica es realmente una enfermedad muy molesta, no solo por tener la piel dañada, sino por todo lo que le acompaña; picores, heridas, nerviosismo, problemas de sueño, etc.
Mi hija la mayor tiene dermatitis desde que tiene unos 2 meses de edad y hemos tenido épocas muy malas por esta enfermedad, incluso hemos tenido que ponerle guantes para que no se rasque porque se hace unas buenas heridas.
Y como se lo que es esto y lo duro que es, siempre estoy buscando soluciones y trucos que ayuden a cuidar de la piel y evitar o reducir el picor.
La receta de hoy esta basada en la cataplasma para la varicela. La he adaptado para que sea más un polvo contra los picores, como una especie de “talquistina natural”, aunque también se puede usar en cataplasma.
¿Por qué en polvo? porque creo que en polvo es más fácil se usar ya que aplicar una cataplasma a un niños y que se esté quieto es bastante complicado.
INGREDIENTES
- 2 partes de almidón de maíz (maicena) o arruruz en polvo.
- 2 partes de harina de avena.
- 1 parte de malva o violetas frescas. (violeta de jardín).
- 1 parte de llantén.
- 1 parte de milenrama o aquilea.
- 1 parte de flores de caléndula.
- Opcional, unas gotas de aceite esencial por ej. caléndula, lavanda o manzanilla.
A esta receta le faltaría el Olmo rojo (Ulmus rubra) pero es imposible de encontrarlo aquí. La idea es sustituirlo por Olmo común (Ulmus minor) pero por desgracia no había en el herbolario cuando fui y preferí hacer la receta sin el. Así que ya sabéis, si podéis añadir alguno de los dos mejor.
Se puede usar solo maicena, no hace falta la avena, pero creo que así mejoramos la receta. Incluso se podría usar harina de arroz por sus propiedades beneficiosas para la piel.
En mi caso le añadí un poco de flores de manzanilla porque me encanta.
Posiblemente le iría muy bien añadir un poco de óxido de zinc, pero aún no lo he podido probado.
ELABORACIÓN
Echamos las plantas medicinales en el envase de un robot de cocina y trituramos muy bien, estas plantas deben quedar totalmente trituradas, hechas polvo, si no es así no nos vale. Yo he usado la thermomix que tiene suficiente potencia para dejar cualquier cosa “hecha polvo”.
Una vez tengamos el polvo, añadimos la maicena y la harina. Mezclamos bien, mejor si lo hacemos en la propia máquina para que quede todo bien homogéneo.
Cuando lo tengamos listo, envasamos en un recipiente de vidrio, si puede ser con cierre hermético mejor.
Guardamos en un lugar seco y oscuro.
USOS
Estos polvos para los picores podemos usarlos de diferentes formas.
- En el baño. Se puede añadir directamente en el agua de baño o haciendo una infusión previamente y después añadirla al baño.
- En cataplasma. En un bol añadimos un poco de polvo para picores, un poco de hidrolato de rosas o de lavanda (los dos nos ayudarán a calmar más el picor) o un poco de infusión de manzanilla o caléndula, mezclamos bien y lo aplicamos en la zona a tratar. Dejamos un rato y luego retiramos con agua templada. Por último aplicamos un poco de aceite, crema o gel de Áloe Vera (Sábila).
- Directamente sobre la piel. Se aplica en la zona con un suave masaje, de manera superficial, sin frotar.