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Volver al cole

 Desde el total y absoluto apoyo a la convocatoria de huelga en la enseñanza, quiero también dejar claro que, aún en plena pandemia, muchos países optaron por seguir clases presenciales SIN QUE ÉSTO HAYA PROVOCADO MÁS CONTAGIOS ENTRE PROFESORES, ni en la población general.

Es evidente que no se ha implementado ni una sola medida, ni se han contratado los refuerzos prometidos, ni se ha hecho NADA… Más que, desde las consejerías, dar unas directrices IMPOSIBLES de cumplir con los efectivos actuales y con los espacios que tienen la mayoría de escuelas infantiles, colegios e institutos. Por eso digo que comprendo y apoyo la convocatoria de huelga y espero que consigan esos mínimos necesarios.

Pero ahora quiero hablar de qué se ha hecho bien en otros países, de cómo se puede abrir con una garantía razonable de protección tanto de profesores como de alumnos y alumnas, de cómo el colegio ayuda a disminuir desigualdades mientras que la falta de unas clases presenciales aumentan éstas desigualdades. 

Tenemos el ejemplo de Dinamarca:

¿Qué hizo bien Dinamarca para abrir los colegios en plena pandemia sin que hubiera un aumento significativo de casos ni entre alumnos ni entre profes (cosa que no ocurrió en Israel, que abrieron a la vez que Dinamarca y tuvieron que cerrar precisamente por que sí hubo ese aumento significativo)?


Grupos pequeños… Los planes iniciales establecieron que los niños se agruparan en grupos de 10 ó 12 alumnos. Esos grupos tendrían asignados de forma permanente a un maestro con la idea de que funcionaran como compartimentos estancos. Es decir, como explica el epidemiólogo Diego Bassani, con la idea de que los alumnos solo se relacionaran entre ellos. Se reorganizaron los calendarios para que las entradas fueran escalonadas y, siempre que fuera posible, se habilitaron todos los accesos al centro para evitar aglomeraciones en la entrada.

…y aislados entre ellosUno de los objetivos del Ministerio de Educación era que no hubiera contacto estrecho entre distintas cohortes de edad. Esto era sencillo en las aulas, pero en el recreo se hacía más complicado. Por ello, se dividieron los patios en zonas separadas, se prohibió a los niños jugar con alumnos que no estuvieran en sus grupos de referencia y, para minimizar el contacto, las autoridades reservaron los parques públicos para niños en horario escolar. De esta forma, las escuelas podía usarlos.

Este aislamiento se extendía a adultos (padres y profesores) en el ámbito escolar. Por eso, los alumnos de primaria estaban de forma permanente ‘vinculados’ a un solo profesor y los padres tenían prohibida la entrada al centro.

Mascarillas: Aunque a medida que se fueron incorporando estudiantes más mayores las mascarillas empezaron a introducirse en las escuelas, lo cierto es que los menores de 12 años nunca han tenido obligación de llevarla en el país.

Espacio, espacio y espacio. El Gobierno puso en marcha una iniciativa de coordinación para poner a disposición de las escuelas todo tipo de hoteles, bibliotecas, museos o centros de conferencias que estuvieran cerca de su zona de influencia. De esta forma se trataba de descongestionar los centros y se intentaba

Higiene y prueba/error No obstante, no siempre se podía garantizar la distancia de seguridad. En ese caso, la normativa exigía que todo el material se limpiara dos veces al día. Además, como medida de seguridad, se acordó que los niños se limpiarían las manos, como mínimo, cada hora y media (así como antes y después de ir al recreo, al servicio o al comedor); esta medida acabó por abandonarse cuando algunos niños desarrollaron problemas dermatológicos leves.

 Si hay una idea clave que está surgiendo de la gestión de la crisis es que los brotes en las escuelas dependen directamente de los brotes en la comunidad. Las escuelas pueden tener diversos roles en la pandemia y es necesario intervenir en ellas para usarlas, en la medida de lo posible, como cortafuegos. Sin embargo, de poco sirve lo que hagamos en ellas si no tenemos herramientas operativas para controlar la pandemia a nivel comunitario. Esa es una lección que también podemos aprender del caso danés.


También en plena pandemia, Austria, los Países Bajos, Suecia y Singapur mantuvieron las escuelas abiertas, SIN CAMBIOS SUSTANCIALES EN LA EVOLUCIÓN DE LA PANDEMIA. Enlace al artículo: https://science.sciencemag.org/content/367/6484/1287


Sabemos que el cierre de las escuelas aumenta la brecha de inequidad en la educación. Se pueden abrir con seguridad, si hay verdadera VOLUNTAD POLÍTICA para ello, aquí algunos ejemplos de países que lo han hecho bien: https://theconversation.com/coronavirus-there-is-an-urgent-need-to-re-open-schools-this-is-how-to-make-it-happen-137818?utm_source=twitter&utm_medium=bylinetwitterbutton


Sabemos, por los estudios realizados en Australia, que el contagio de alumn@s a profesores es mínimo, prácticamente inexistente. El contagio entre alumn@s tampoco es realmente importante en la evolución de la pandemia, el enlace al estudio: 

https://www.abc.net.au/news/2020-04-26/nsw-health-report-tracking-coronavirus-covid-19-cases-in-schools/12185582

Y luego tenemos ejemplos como el de Taiwan, que en ningún momento cerró escuelas ni universidades, y donde la transmisión de COVID tampoco se vio afectada por ésta decisión: https://www.acpjournals.org/doi/10.7326/M20-2927


Por eso, reitero una vez más: SE PUEDEN ABRIR LOS COLEGIOS CON SEGURIDAD, tanto para profes como para alumnos, se ha hecho en otros países, y se podría hacer aquí. 

Pero los profesores y directores tienen toda la razón al exigir medidas serias.

 Tal y como se propone desde las Consejerías de Educación (y más concretamente desde la Consejería de Educación de Madrid), simplemente es IMPOSIBLE. 

No se puede garantizar la seguridad sin hacer ningún cambio y manteniendo clases de 30 alumnos sin distancia de seguridad, sin ventilación, y sin refuerzos tanto de profesores como de personal de limpieza. 

Por eso, de nuevo, como madre y como médica, apoyo totalmente la convocatoria de huelga y espero que sea efectiva para implementar una vuelta al cole con seguridad, porque cuando se quiere, SE PUEDE. 

Agradecer a Xataca su espléndido artículo sobre las lecciones de Dinamarca, y al SIAP-COVID (https://covid19siap.wordpress.com/y concretamente a Juan Gérvas  (http://www.nogracias.org/2020/06/24/diez-lecciones-de-la-pandemia-del-nuevo-coronavirus-sars-cov-2-en-espana-por-mercedes-perez-fernandez-y-juan-gervas/los enlaces a los datos que contiene éste artículo. 

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